

Secciones
Servicios
Destacamos
Mar guadalajara
Sábado, 2 de abril 2022, 00:40
Las criptomonedas son el pago por internet de hace 20 años. La moneda digital se abre paso entre la desconfianza, el miedo y las ... dudas de muchos, aunque este activo podría ser al futuro. La prueba es que en negocios y establecimientos físicos ya se aceptan las criptomonedas, de hecho en Valencia se puede tomar un arroz en el Palmar, un helado en Pobla de Farnals o ir a cenar una hamburguesa, incluso hospedarse en un hotel, y todo pagando con bitcoins.
Víctor es el heredero de una arrocería familiar en el Palmar, el restaurante MariBel abrió sus puertas hace 40 años y recientemente se transformó con un cambio «drástico» al aceptar el pago con criptomonedas. «Tomamos la decisión porque lo vimos como una oportunidad a largo plazo, queremos adaptarnos cuanto antes al cambio y además es algo que nos ha servido para darnos a conocer», explica Victor. Reconoce que ya tienen un tipo de cliente que es el que decide comer allí porque tienen este servicio de pago.
Aún así sabe que no es del agrado de todos. «Hay gente que aún no está convencida porque los cambios son así, cada cambio ha traído ese miedo, igual que los teléfonos móviles o internet pero al final fueron inevitables, y es lo que nosotros pensamos de las criptomonedas», añade.
El 10% de la población española usa o posee criptomonedas, lo que supone casi cinco millones de personas dentro de este nuevo espacio y en otras ciudades como en Madrid por ejemplo ya existen 120 establecimientos o comercios que permiten a sus clientes el pago con criptomonedas. En Barcelona habría 77; en Málaga 28, y en Bilbao, 11.
En Valencia aún tiene que despegar pero fue aquí donde nació hace sólo un par de años Criptan, el cripto banco que quiere facilitar y extender el uso de esta moneda, conseguir que los activos digitales sean útiles para el día a día. «Que no sea algo especulativo o de inversión, sino que empiece a verse como algo más común y que te permite hacer lo mismo», defiende Jorge Soriano, CEO de Criptan.
Por eso han puesto en marcha las vías para gastar ese dinero en cualquier comercio a través de una tarjeta de crédito que incluso permite sacar dinero, pagar online y que el negocio en cuestión pueda recibir el equivalente directamente en euros. Además, han creado una pasarela de pagos con una aplicación, que funciona como el pago a través del móvil y de un QR.
«Con la pasarela de pagos estamos ya en un montón de hoteles, con Mirall, que es un motor de reserva de hoteles, que tiene por ejemplo Only You o Room Mate, y en Valencia ya está disponible esta posibilidad», añade Soriano, que por otro lado confirma nuevos acuerdos con sectores que están abiertos a esta forma de intercambio como por ejemplo es el caso de los concesionarios.
«No creo que sea la nueva moneda del futuro sino un avance más que ha llegado para quedarse», confiesa Carlos, propietario de la cadena de hamburguesas The Fitzgerald. Los 16 establecimientos que tiene abiertos ya disponen del servicio, considera que como ocurre con el Metaverso o como ocurrió incluso con Facebook, empieza a ser una realidad más que forma parte «de nuestra vidas».
«Hay que medirlo, hay que empezar a hacer transacciones que generen valor y al final las criptomonedas, como su propio nombre dice, es un tema puramente digital pero que se convierte en dinero, a veces en la hostelería parece algo antagónico pero no es así, para nosotros es un primer paso en nuestra marca, que ya nació con una filosofía muy digital», explica el propietario.
En la heladería La Jijonenca, en la Pobla de Farnals el año pasado también decidieron adaptarse pero más bien como algo improvisado. «Nosotros el año pasado lo hicimos casi de broma para ver cómo respondía la gente y para atraer a otro tipo de público y poder así destacar dentro del sector y por eso aceptamos, la verdad que gracias a esto hemos descubierto que muchos de nuestro clientes tienen criptomonedas pero para serte sincero no hemos efectuado ventas porque la gente de momento lo ve como refugio de valor o como un depósito que no quiere tocar», comenta Vladimir, propietario de la heladería.
Considera que todavía se requiere de una aceptación más amplia y de mayor información sobre estas moneda pero está convencido de que cada vez será algo más común. «Sin duda lo veremos y con lo que está pasando en Ucrania todavía más, donde la moneda no vale nada, y esto ha pasado en más sitios, es como una alternativa a que te amenacen o te cierren la puerta o a incluso que te quiten tu propio dinero», comenta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.