Si un vecino curioso se pone a contar las plazas del centro de la ciudad, le saldrán decenas. Cientos. Algunas grandes, como la del Carmen o la de Portal Nou. Otras más pequeñas, como la del Negrito o la de Centenar de la Ploma. Pero ninguna de ellas será tan importante como las cuatro que el equipo de Gobierno del Rialto tendrá que reurbanizar este mandato: Ayuntamiento, Reina, San Agustín y Brujas forman parte de esa nómina de explanadas que oxigena Ciutat Vella pero requieren un planteamiento conjunto para llevar a cabo la ansiada pacificación que quieren PSPV y Compromís para este particular póquer de plazas del centro de la ciudad.
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Son el objeto de deseo de la concejalía de Movilidad Sostenible, cuyo titular, Giuseppe Grezzi, ha abanderado la peatonalización de algunos de estos enclaves durante los últimos cuatro años. Así, al poco de llegar al poder, Compromís acometió una peatonalización blanda (con maceteros) frente a la Lonja y decidió que la plaza del Ayuntamiento se cerrara al tráfico todos los últimos domingos de cada mes. Fueron dos acciones que entonces no pasaron de ser gestos más o menos elocuentes. Antes había que reurbanizar Ciudad de Brujas y la plaza del Ayuntamiento. La primera tiene el proyecto aprobado y ya está prácticamente peatonalizada, pero la segunda es el gran 'melón' que le queda por abrir al Consistorio. De hecho, cuando Grezzi anunció una actuación en la misma plaza, tuvo que dar marcha atrás cuando el PSPV, que llevaba, como ahora, Urbanismo, señaló que ese tipo de decisiones le correspondían a esa concejalía.
En las mesas de la movilidad, Grezzi siempre ha asegurado que cualquier actuación tendente a reurbanizar las grandes plazas del centro tiene que hacerse de manera conjunta con todos los enclaves dado que lo que ocurra en una afecta a las otras: las cuatro están interconectadas. El retraso en la tramitación y la posterior otorgamiento de los permisos para las obras de la plaza de la Reina, que peatonalizarán la explanada basándose en un proyecto de los años 90 que ha sido actualizado, ha dado unos meses de resuello al Consistorio, que ahora tiene que enfrentarse a una obra de calado que afectará al tráfico que entra tanto a María Cristina como a la plaza del Ayuntamiento.
Claro que, una vez solucionada la salida de coches del aparcamiento de la plaza de la Reina, si se evita el acceso de vehículos desde la calle de la Paz y San Vicente a la plaza del Ayuntamiento y desvía los coches que entren por la primera por Poeta Querol, la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento sería más sencilla. En cualquier caso, habría que enfrentares al detalle de que tanto en la céntrica explanada como San Agustín son auténticos intercambiadores de autobús, con decenas de líneas de la EMT que paran en las marquesinas de ambos enclaves.
Un auténtico laberinto en un entorno que, además, concentra cientos de locales comerciales y un gran núcleo poblacional, por lo que el Consistorio tendrá que sentarse a negociar con los vecinos. Cabe recordar, en este sentido, que diversas entidades del centro como la Asociación de Vecinos de Ciutat Vella, ya criticaron el modelo participativo puesto en marcha por el Ayuntamiento con respecto a las obras de la plaza de la Reina. Hasta la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia ha afeado al gobierno de Ribó la poca participación en determinados temas de calado, como esta reforma de las plazas.
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Una actuación, por cierto, que aparecía entre las medidas consensuadas por Compromís y PSPV para estos cuatro años. Era el punto 18: «Reurbanizaremos las plazas de Brujas, Mercado, Reina, Ayuntamiento y San Agustín para ganar espacio público para las personas. Además, impulsaremos actuaciones de reurbanización y recuperación de espacio público con especial atención a los centros históricos».
Plaza de Brujas
La peatonalización de la plaza de Brujas (y la del Mercado, pues ambas van de la mano) se llevará a cabo este mandato. Según fuentes de Urbanismo, el proyecto, del que se encargó la conselleria de Obras Públicas, estará en marcha durante 2020 dado que la licitación comenzará después del verano.
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Las obras tendrán un coste de 750.000 euros. La propuesta ganadora está elaborada por Elizabeth Quintana y Blanca Peñín. Pretende unificar el carácter de todo el espacio y adecuar las Covete de Sant Joan para convertirlas en espacios de encuentro y de interpretación. Los distintos servicios del Consistorio han informado durante los últimos meses sobre el proyecto y el diseño ha sufrido determinadas modificaciones, aunque no de calado: sobre todo por canalizaciones y jardinería.
Hasta que se acometan estas obras, el espacio seguirá urbanizado de manera provisional, lo mismo que sucede en el frontal de la Lonja. Alrededor del Mercado Central seguirá el pavimento de hormigón, con bancos y maceteros, en una zona muy frecuentada tanto por vecinos como por compradores de la céntrica lonja.
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Cercanía con la Lonja. La proximidad con el edificio exige una atención especial.
Tráfico privado. Muchos vecinos viven en el entorno de la avenida del Oeste.
Aparcamiento. Bajo la plaza se encuentra el parking del Mercado Central.
Plaza del Ayuntamiento
Se trata de la joya de la corona de las reurbanizaciones para el próximo mandato: la plaza del Ayuntamiento. Sin embargo, no será un proceso rápido. Fuentes municipales explicaron la semana pasada que el expediente relativo al concurso de ideas ya se ha remitido a Contratación, aunque paralelamente se hará un proceso participativo entre los vecinos de la ciudad para incorporar esas ideas al proyecto definitivo.
Lo único que parece claro es que el tramo entre Periodista Azzati y Sangre será peatonal, pero quedan por discernir decenas de aspectos relativos a la reordenación del tráfico, como si los autobuses irán por San Pablo a Marqués de Sotelo sin entrar a la plaza, si accederán sólo por Periodista Azzati para salir por Roger de Laura o si, incluso, se habilitará un carril bus que permita dar la vuelta a la plaza para que el transporte público pueda cruzar desde Colón hacia la plaza Alfonso el Magnánimo, la Porta de la Mar y la marginal derecha del antiguo cauce.
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Cualquier actuación, además, deberá tener en cuenta que en la plaza se disparan las mascletades que alberga las fallas municipales, por lo que Cultura Festiva tendrá mucho que decir.
Autobuses. Decenas de líneas llegan al centro de la ciudad.
Tráfico privado. Permite cruzar el centro desde Xàtiva o Colón hasta el río.
Mascletà. Cualquier actuación tendrá que tener en cuenta que en ella se disparan las mascletaes.
Plaza de la Reina
Junto a la plaza de Brujas, es la que tiene el proyecto más avanzado. Problemas con la tramitación de los permisos de la conselleria de Cultura (en concreto, que el concejal encargado de la obra, Giuseppe Grezzi, tardó meses en pedirlos, como desveló este diario) han retrasado las obras, que están aprobadas. Se peatonalizará la plaza basándose en el proyecto ganador del concurso de ideas que el Colegio de Arquitectos organizó en 1999 y que ganó una propuesta de, entre otros, el arquitecto Miguel del Rey. Las obras en la plaza tendrán que tener en cuenta no sólo el transporte público (que se desviará por Poeta Querol hacia Barcas) sino también el acceso al aparcamiento, uno de los más importantes del centro. Es Movilidad Sostenible quien gestiona esta remodelación, cuyas obras podrían comenzar este año o como mucho a principios del siguiente. Entre los retrasos en los permisos y la llegada de las elecciones el proceso se ralentizó hasta paralizarse, sobre todo después de una reunión del alcalde con los vecinos del centro donde Ribó decidió encabezar él mismo las negociaciones tras las protestas de los residentes por el proceder del concejal Grezzi.
Parking de la Reina. Las obras tienen que permitir el acceso al aparcamiento.
Zona peatonal. El proyecto amplía la zona peatonal pero hay que dejar salida a los aparcamientos privados del entorno.
Catedral. La visión de la Seo no puede verse afectada.
Plaza de San Agustín
Si hay una plaza que exigirá un esfuerzo a los técnicos municipales esa es San Agustín. Y lo es porque en esta gran explanada desembocan tres calles (Oeste, San Vicente Mártir y Xàtiva) y, sobre todo, porque actúa como intercambiador de decenas de líneas de EMT. Si bien no todas paran en las marquesinas de San Agustín, casi un tercio del total de recorridos de la red pasan por la plaza, lo que exige que sea Movilidad Sostenible quien aclare cómo se va a organizar la planta viaria del enclave antes de plantearse cualquier tipo de reurbanización, que llevará a cabo Urbanismo. De hecho, esa concejalía está a la espera de recibir por parte de los técnicos de Movilidad el documento que detalle cómo va a quedar el tráfico en la plaza.
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En los alrededores de San Agustín, además, hay varios aparcamientos tanto privados como públicos y desde la plaza se accede tanto a Ángel Guimerà a través de un concurridísimo paso subterráneo como a Guillem de Castro, por donde continúa la ronda interior desde Xàtiva y Colón. De ahí que sea una zona sensible cuya remodelación espera el Ayuntamiento de Valencia que culmine este mandato.
Autobuses. Por San Agustín pasan decenas de líneas de la EMT.
Avenida del Oeste. Ahora es de doble sentido, por lo que hay que permitir la entrada hacia el Mercado Central.
Aparcamientos. En torno a la plaza hay muchos parkings, tanto privados como públicos.
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