Cultura ordena al cabildo reparar los frescos renacentistas de la catedral de Valencia

La Dirección General de Cultura y Patrimonio ha pedido al cabildo de la Catedral de Valencia que redacte «de forma urgente» un proyecto de restauración para frenar las humedades aparecidas en los frescos renacentistas de la Seo y evitar más daños en las pinturas.

Los técnicos mantuvieron ayer a primera hora una reunión con los representantes del cabildo tras haber realizado diversas inspecciones oculares durante el fin de semana a los frescos de los ángeles músicos de la bóveda de la capilla mayor. Como adelantó LAS PROVINCIAS, una de las figuras muestra una mancha que se aprecia a simple vista, un hecho denunciado por la Societat Valenciana d'Història de l'Art, así como por la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio.

La obra del siglo XV es sin duda uno de los frescos más bellos que se conservan de aquella época en Valencia. Descubiertos durante la restauración del revestimiento barroco de la bóveda de dicha capilla, la decisión inmediata fue retirarlo para que quedaran a la vista.

Fuentes de la Conselleria de Educación señalaron que tras confirmar la existencia de eflorescencias producidas por la humedad, la dirección general «ha instado al cabildo de forma urgente un proyecto de intervención», para matizar que es «responsabilidad del cabildo, como titular del bien de interés cultural, el mantenimiento, la conservación y también la protección de todo el monumento».

Las mismas fuentes señalaron que en «ninguna de las reuniones que a lo largo de estos cinco años se ha mantenido con los representantes de la catedral se ha puesto de manifiesto que existieran problemas de humedades que estuvieran afectando a los frescos de los ángeles músicos que pintaron en 1472 Paolo da San Leocadio y Francesco Pagano», descargando por ello toda la responsabilidad en el órgano de gobierno de la Seo.

El arquitecto de la catedral, Salvador Vila Ferrer, señaló estos días entre las causas de las manchas y las sales que han estropeado los frescos la condensación por la creciente afluencia de turistas en el edificio, así como a la falta de ventilación y la humedad del interior de la construcción, que en esta zona de la cubierta acumula grandes cantidades de relleno. A falta de realizar el proyecto de restauración, descartó la presencia de goteras.

Desde la Dirección General de Cultura agradecieron a «las entidades culturales que han alertado del problema y la inestimable labor que realizan en defensa del patrimonio cultural». También matizaron que los técnicos del Instituto Valenciano de Conservación «no han sido llamados desde 2014 por la catedral para valorar el estado de los frescos de los ángeles músicos. En los próximos días realizarán un estudio técnico termográfico de valoración de afectación de las pinturas».

En este sentido, añadieron que estos técnicos «no realizan mediciones continuas ni han efectuado ningún tipo de informes para la catedral porque no han sido requeridos para este fin durante los últimos años», precisando por ello el convencimiento de que debe haberlo realizado una empresa.

Cabe recordar que la zona cuenta con sensores de humedad y temperatura desde 2004, precisó Vila Ferrer, también responsable de algunas intervenciones en el exterior como la prolongación con tuberías de zinc de 50 centímetros de las gárgolas de esa parte de la catedral, con el propósito de que el agua no cayera directamente sobre las cubiertas o fachadas.

En el interior estos años se han realizado varios estudios del efecto de la luz natural en las pinturas, así como la modificación de la parte inferior de las vidrieras para conseguir una ventilación con la apertura de un trozo, realizado de tal manera que no entra el agua en caso de registrarse lluvias.

En cuanto a la acumulación de humedad en los muros, la solución a aplicar se perfila mucho más complicada por la dificultad de acceso y por la colocación de andamios en este punto.