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Árboles con hojas marrones y resecos en el Jardín del Turia, este pasado mes de mayo. TSE

El declive de los árboles de Valencia

Decenas de especies, sobre todo pinos, languidecen tras un invierno muy húmedo

ÁLEX SERRANO

Domingo, 10 de julio 2022

Casi parecería que Valencia vive inmersa en un eterno otoño. Pese a los esfuerzos de la concejalía de Ecología Urbana que lidera Sergi Campillo y ... que hace de la protección del arbolado uno de los leitmotiv de su día a día, lo cierto es que cientos de ejemplares presentan un estado más que mejorable. Si el motivo que está detrás es el abandono, la intención de Ecología Urbana de que los jardines se autorregulen, como en la Devesa, o simplemente las inclemencias meteorológicas, se desconoce.

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Y se desconoce porque preguntadas a este respecto, fuentes de la concejalía de Campillo aseguran que no les consta «ninguna afección en pinos a la ciudad de manera generalizada». «Los árboles son seres vivos, por tanto, se mueren pronto o tarde, pero ni en el servicio ni en el Organismo Autónomo Municipal de Parques y Jardines tenemos ninguna información sobre afecciones generalizadas», insisten las mismas fuentes.

Según un informe remitido a la concejalía por parte de un experto que prefiere seguir en el anonimato, varios pinos de la ciudad presentan «un progresivo amarronamiento de hojas de distintas ramas, con pérdida persistente de hojas hasta derivar en raquitismo con un seco final para el árbol». «Ejemplares de ficus y/o eucaliptos están perdiendo masivamente hojas y estos últimos presentan un aspecto muy marrón y seco, siendo el exceso de riego también una posible causa de dicho deterioro. Para finalizar, también resulta llamativo el deterioro del tronco de las palmeras, así como la multitud de hojas secas que cuelgan de las mismas, ya sea por los efectos de la lluvia de marzo y abril o por falta de poda sistemática», indica el documento.

Pino de grandes dimensiones talado junto a Viveros el pasado mes de febrero. TSE

«Sería conveniente un estudio derivado al fenómeno del temporal de viento que azotó Valencia tras la calima que padecimos en el mes de marzo, por si ambos sucesos combinados pudieran haber transportado cualquier tipo de patógeno perjudicial para nuestra flora que sumado a las más que copiosas lluvias podría haber pillado en una posición desfavorecida a los árboles y palmeras que estarían mostrando los síntomas de su mala salud», señala el informe remitido a la concejalía, que ha llegado incluso a Alcaldía, donde el experto, que atiende a las siglas T. S., propone al alcalde que sería «muy conveniente realizar un inventario de todos los arboles monumentales (que a buen seguro ya lo hay) así como el control del mantenimiento de los mismos (en los dos últimos meses el aspecto de los mismos se ha deteriorado enormemente)».

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Desde la concejalía insisten en que no hay una afección generalizada. En febrero del pasado año se taló un pino junto a Viveros, y en la gran vía sigue, desde Fallas, un pino quemado. «Ese ejemplar está en mal estado. Se decidió mantenerlo por si con el tiempo rebrotaba porque suele pasar en este tipo de ejemplares», aseguran desde la concejalía. Sin embargo, las imágenes facilitadas por el experto evidencian que en toda la ciudad, incluso en el Jardín del Turia, hay ejemplares que todo indica que no deberían tener esos aspectos tan secos a mitad de mayo o junio, que son las fechas de las que datan las fotografías que acompañan a este reportaje. Además, el experto apunta que no son pocos los árboles de la ciudad que están inclinados, lo que en su opinión podría indicar un debilitamiento de las raíces que podría desembocar en una caída del ejemplar entero. Se da sobre todo en árboles situados en las medianas de las avenidas, donde disponen, según él, de poco espacio para extender sus raíces.

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