La distinción de Parque Natural se otorga a parajes de los territorios para destacar su importancia ambiental, y sobre todo para proteger todo su área con el objetivo de minimizar todo lo posible el impacto de la actividad humana y así lograr una mejor y duradera conservación. En este sentido, la Albufera goza de una normativa de protección que limita la actividad para que el maravilloso pulmón verde de Valencia perdure con el paso del tiempo en las mejores condiciones posibles. En la lucha por el cuidado del medio ambiente, siempre se tiende a fijar la mirada al norte, sur y oeste del paraje, donde se sitúan los municipios de los que forma parte. Sin embargo, un grupo de investigadores valencianos reclama la importancia de también cuidar la costa en la que descansa el Parque Natural, y la necesidad de conservar su ecosistema.
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José Tena es catedrático de Biología Marina y director del Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (IMEDMAR) de la Universidad Católica de Valencia (UCV). Tena es el encargado de OCECOSVAL, un proyecto dentro del programa europeo 'Think in azul' que se encarga del seguimiento y control de las costas de la Comunitat. Además, Tena coordina la monitorización ambiental. Es decir, el experto coordina un equipo de cerca de 50 investigadores que estudian la costa marina valenciana para controlar el estado de sus ecosistemas.
¿Qué pinta la Albufera en todo esto? Pues según explica el catedrático en Biología Marina, «es una reivindicación que hacemos desde hace muchos años. Los ecosistemas no conocen de fronteras, por ello defendemos que el Parque Natural de la Albufera debe continuar en el mar, dado que estos ecosistemas son esenciales para su equilibrio ecológico «Esta zona debería estar incluida dentro del área de protección del Parque, sus ecosistemas presentan particularidades en su biodiversidad muy desconocidos que tienen una gran relación con el área protegida del paraje», afirma Tena.
Tal y como explica José Tena, en el pasado estos fondos marinos contenían extensas praderas de posidonia, una planta acuática endémica del mar Mediterráneo. Este vegetal hacía de barrera contra el oleaje y ayudaba a la conservación de las playas y de los ecosistemas pegados a la costa, entre ellos el cordón dunar y bosque litoral de la Albufera. «En la actualidad, la posidonia del Saler ha desaparecido. Hay otras formaciones ecológicas con algas, otros tipos de vegetación o peces que los habitan pero que no acaban de ser suficientes para proteger la costa», explica el catedrático, que sentencia, «No podemos hablar del lago de la Albufera si nos olvidamos de lo que hay en el fondo marino de este área».
Dentro del proyecto 'Think in azul', y en materia de la Albufera, las investigaciones de José Tena y su equipo se centran en el seguimiento de los peces que pueblan esta zona de la costa, así como la medida de la salinidad, oxígeno disuelto y otros parámetros oceanográficos, tanto en verano como en invierno. De esta manera, los investigadores comparan con el paso de los años cómo evoluciona la vida marina de estos ecosistemas y miden así cómo afecta el calentamiento global a todo el área. «Tratamos de estimar en qué dirección va nuestra costa para compartirlo con otros países de Europa y el mundo. Así, las organizaciones internacionales utilizan esa información para buscar medidas que ayuden a preservar el medio», explica Tena.
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«Es importante entender el cuidado ambiental. Si no protegemos la costa las consecuencias se pueden derivar en el interior, y lo más cercano a la costa del Saler es el Parque Natural», comenta el biólogo marino, quien reivindica que la protección de la Albufera «debe incluir también la costa marina. Parece que el mar funcione de una manera y el interior de otra, Eso no es así, se requiere de un equilibrio.». Tena explica que la Albufera no se puede entender sin la presencia del mar, y recuerda: «El lago no existiría sin la presencia del mar. Antaño esa gran masa de agua dulce estaba abierta al Mediterráneo y poco a poco se formó esa Devesa que separó lo que ahora conocemos como el lago del Parque». Tal y como se pregunta el catedrático, «¿Por qué hay que olvidar el mar dentro del área de protección de la Albufera si éste es el responsable de que tengamos el Parque natural que tenemos hoy?».
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