La historia del ataque de un perro-lobo a una persona en una alquería de Poble Nou, en Valencia, no deja de crecer. Mientras la Policía Local trata de descubrir si el animal que mordió a un hombre, así como otro que había en la parcela, es un perro-lobo o directamente un lobo, los agentes han denunciado por maltrato animal al dueño de la alquería Fonda, en el camí del Racó de l'Anell, al encontrar otros dos perros, en este caso de la especie pachón navarro, en estado de desnutrición. Los agentes habían acudido a la parcela para conseguir muestras de la hembra de perro-lobo para poder discernir su especie.
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Todo ocurrió el pasado martes, cuando tres patrullas de la Unidad Medioambiental, UMA, se desplazaron a la alquería Fonda, junto con un equipo de veterinarios de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Valencia, para realizar gestiones relacionadas con el perro lobo que el pasado sábado había agredido a su propietario. El objetivo era obtener una muestra genética de la hembra para determinar su raza.
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Una vez en el lugar el propietario les dio acceso al resto de instalaciones, un vallado con construcciones precarias situadas en exterior de una vieja alquería en estado de rehabilitación. En ellas se encontraban dos perros machos de la raza Pachón Navarro, cada uno en una jaula pequeña que estaba en unas condiciones higiénicas y sanitarias deficientes, llenas de excrementos y desprovistas de agua y comida. Las estancias tenían una alcantarilla sin tapa y elementos punzantes de hierro por las paredes. En una zona contigua había gran cantidad de inyectables de medicamentos que deben ser administrados por personal cualificado. Los veterinarios municipales determinaron que ambos animales necesitaban tratamiento por deshidratación y desnutrición.
Por el estado de los animales y la deficiencia de las instalaciones se decidió retirar los animales, para salvaguardar su vida. Los perros quedaron a disposición de la Autoridad Judicial en las instalaciones del Núcleo Zoológico Municipal. Los agentes han realizado unas diligencias por la presunta comisión de un delito de maltrato animal por parte de su dueño, el propietario de la alquería.
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