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Anoche recogieron y está mañana pronto terminaban de bajar colchones y algunos muebles de las viviendas que ocupan desde hace años. Después de la prórroga de una semana que el Ayuntamiento dio a las familias para buscar una solución habitacional, quedan 10 de las 40 personas que vivían en los dos edificios ruinosos de la calle Manuel Arnau, en el barrio de la Cruz Cubierta.
Pero las soluciones ofrecidas por el Ayuntamiento y los Servicios Sociales no han convencido a todas familias. Tan solo dos de ellas, las que tenían hijos menores a su cargo, han obtenido viviendas sociales en Requena y Gandía.
A otros, las ayudas para un alquiler que no todos podrán aceptar puesto que en estos casos son ellos quienes deben buscar la vivienda y aseguran que se ven con inconvenientes para conseguir un contrato de alquiler debido a su situación económica y de exclusión.
La tensión se palpa en el callejón sin salida, donde los okupas apoyados por una asociación antidesahucios tratan de presionar a los Servicios Sociales para conseguir mejores alternativas.
En el otro de los edificios, el número 11, se atrincheran dos de las familias que no han aceptado las condiciones de los Servicios Sociales. Están a la espera de que les ofrezcan una solución.
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