Los despropósitos a los pies de La Lonja de Valencia

Tal y como recoge el Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella, todos los Bienes de Interés Cultural (BIC) tienen un 'Área de Protección Libre de Ocupación'. Mediante este perímetro que recoge el PEP, siempre y cuando se observe un mal uso en las instalaciones y elementos del entorno de los BIC, los funcionarios que trabajan en el edificio son los encargados de vigilar los locales y hacer guardar el orden, así como notificar a los responsables cualquier anomalía detectada. Pese a lo recogido en el plan urbano de Ciutat Vella, el Círculo por la Defensa del Patrimonio ha denunciado que esta situación se repite constantemente: «Esto ha pasado otras veces y no sólo con bicicletas, sino con otros vehículos y todo tipo de cachivaches».

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De esta manera, el Círculo por la Defensa del Patrimonio no le ha temblado el pulso al declarar a través de su perfil en la red social 'X' lo siguiente: «Sonroja leer a algunos políticos, hoy en la oposición, cuando bajo su mandato y siendo responsables de las áreas de patrimonio cultural, permitieron estampas como esta. Parece que existe una memoria 'selectiva' que afecta no sólo a los políticos, sino también a sus asesores, seguidores, acólitos y palmeros de uno y otro lado. Estas cosas sólo se ven, cuando se puede sacar rédito partidista de la situación y no porque les importe el patrimonio». Con su comunicado, los defensores de los monumentos valencianos que llevan denunciando estas situaciones durante años, sobre todo durante los ocho años de gobierno del Rialto. Además, la asociación asegura que tampoco el gobierno valenciano actual, la oposición de entonces, parece tener la misma opinión de los hechos según su posición en el pleno del Ayuntamiento.

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César Guardeño considera «sencilla» la solución a esta problemática. Por un lado, aumentar la presencia policial en estas zonas para que la vigilancia sea permanente, ya no sólo para supervisar las áreas protegidas, si no también ante el aumento de carteristas. Por otro lado, Guardeño asegura que se debe llamar la atención del personal de estos monumentos, ya que «no solo deben controlar el interior de los edificios, si no también vigilar su perímetro», para evitar que estos episodios no vuelvan a suceder con el patrimonio de la ciudad de Valencia.