M. Guadalajara
Jueves, 10 de febrero 2022, 20:39
Hace cinco meses desde que la ciudad estalló. Fue en aquel octubre cuando no había semana en la que no hubiese una manifestación en algún barrio, primero la Malvarrosa, después Orriols, con caceroladas se sumaron en Honduras y después Benimaclet. A final de año los vecinos de estos barrios ya marcaban la agenda política del gobierno municipal. En diciembre empezaron los atracos con violencia en el mismo centro de Valencia, lo que trajo decenas de denuncias con testimonios de los propios agredidos, con los relatos de la inseguridad latente en toda la ciudad.
Publicidad
En este jueves en el que el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, se ha reunido con la asociación vecinal de Pla del Remei-Gran Vía para abordar precisamente el asunto de los atracos, aún quedan cuentas pendientes con todos estos barrios. En concreto diez.
El Ayuntamiento se ha puesto las pilas en los últimos meses, sobre todo desde la concejalía que dirige Cano, aumentando la presencia policial además de liderar actuaciones contra estos focos de delincuencia, drogas e inseguridad. Varias redadas se han sucedido en Orriols contra los llamados narco pisos o en las Casitas Rosas de la Malvarrosa.
Y es que incluso, en la reunión de este jueves con los vecinos de Pla del Remei, la propia concejalía ha reconocido la falta de recursos en la Policía, y que esperan suplirlo con la incorporación de agentes.
El palo policial se ha notado, pero los vecinos han seguido saliendo a la calle estas últimas semanas porque no es suficiente. Para los vecinos, que agradecen el trabajo y el esfuerzo de la Policía, creen que esta no es la única solución y piden que se implementen otro tipo de medidas que no sólo estén relacionadas con la mano dura y la acción policial.
Publicidad
En Malvarrosa y Orriols el enfado y el hartazgo es latente. Se reconocen «hartos» por la falta de medidas efectivas del Ayuntamiento de Valencia y por parte de la Delegación de Gobierno. Insisten en que «no se ha logrado acabar con la venta de droga ni con la inseguridad».
Desde la asociación vecinal de la Malvarrosa declaran que la droga se está extendiendo, se sienten abandonados y por ello seguirán con movilizaciones. Ahora mismo, estudian nuevas acciones para combatir la delincuencia y mostrar a la administración lo que a diario viven en sus calles. Creen que el Ayuntamiento se ha olvidado de los barrios de la periferia.
Publicidad
Tras conseguir una reunión con el propio alcalde los vecinos de la Malvarrosa insistieron en su petición de un plan integral para regenerar el barrio. Y ahí está otra de esas cuentas pendientes.
«Necesitamos un grado más de concreción de las demandas que hacemos, con un calendario de qué vamos a hacer, cuándo lo vamos a hacer y cómo se va a hacer. Sí que nos han dicho alguna pequeña actuación a corto plazo, pero queda en el aire la concreción», declaran desde Amics de la Malva. La respuesta de Ribó fue un planteamiento que aún está en el aire: estudia derribar las Casitas Rosas, una solución a largo plazo que requiere de fondos europeos para acometerse, teniendo en cuenta que habría que realojar a los vecinos.
En Orriols también se han sucedido las protestas en este arranque del nuevo año, cansados de la droga, los atracos y la inseguridad. Como respuesta, a principios de este mes se llevó a cabo una redada policial. Un amplio despliegue que terminó con casi 70 identificados, dos denuncias y cuatro locales inspeccionados después de que la asociación Orriols en Lucha se reuniera con el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno. Consiguieron que la Policía Nacional coordinara esta redada en el epicentro de la conflictividad, en la confluencia de las calles Padre Viñas y San Juan de la Peña.
Publicidad
También se ha aumentado la presencia policial por las noches, y se han invertido 300.000 euros para rehabilitar un parque. Esas son las soluciones planteadas por el Ayuntamiento a los problemas de delincuencia e inseguridad barrio de Orriols.
En Honduras se siguen sufriendo los botellones y el ruido provocado por las terrazas que llenan la zona.
«Seguimos igual o peor», ha asegurado el presidente de la asociación. Según explica el botellón se habría reducido «debido al trabajo de la policía y a que estamos en temporada baja, de frío, exámenes, etc. Aun así esta semana han causado daños a vehículos , se han roto cristales, retrovisores…», describe.
Publicidad
Sin embargo insiste en que el problema en el barrio está en la gran oferta de ocio que hay «todos los días, debido a la masificación de locales que tenemos en la zona, que tiene un efecto llamada muy fuerte».
Según han destacado el Ayuntamiento todavía no ha querido hablar con ellos y protestan porque pese a todo se sigan concediendo licencias y ampliaciones de terrazas. «Esto pronostica una primavera caliente y tendremos que salir a la calle los vecinos otra vez», añade. Además, el presidente de la asociación explica que han presentado una reclamación administrativa para la declaración de la ZAS y asegura que «si en tres meses el Ayuntamiento no contesta, en mayo acudiremos a los tribunales de justicia porque el Ayuntamiento en nuestro barrio, ni está ni se le espera».
Noticia Patrocinada
Así, se añaden las cuestiones pendientes, mientras los vecinos ya planean nuevas reivindicaciones a la espera de la reacción y las medidas por parte del Ayuntamiento de Valencia.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.