Camisetas y bronca en el pleno del Ayuntamiento de Valencia

Al resto de cuestiones contestarán los concejales delegados por escrito, como siempre.

Pregunta el PSPV por la Zona de Bajas Emisiones o la falta de música en valenciano en los conciertos de la Feria de Julio, y Compromís, por los mercados de agricultores y el tiempo de docencia de la alcaldesa. «Mi compatibilidad está aprobada por el pleno, entiendo que la conoce», dice Catalá.

El pleno va a durar menos de cinco horas y media, muy poco para los estándares municipales, pero claro, con la tensión que ha habido... estamos todos como si nos hubieran dado una paliza.

La verdad es que la votación de las mociones ha sido caótica, sobre todo la de la última moción, que ha habido que repetir porque el PP no había votado.

La alcaldesa había dado por terminado el pleno hasta que le han recordado que faltan ruegos y preguntas. «Porta una semaneta...», le dice Grezzi. «Póngase usted aquí con el lío de las votaciones», contesta ella entre risas.

La moción alternativa del PP a la que ha presentado Compromís y PSPV sobre el Día del Orgullo, que era una adhesión a la declaración de la FEMP, ha sido rechazada porque Vox ha votado con la oposición. La oposición de los partidos de izquierda también se ha rechazado porque PP y Vox han votado que no.

La segunda va sobre el Día del Orgullo, pero su debate dependerá del resultado de la votación de las mociones, que empieza ahora con dos concejalas menos, una de Compromís y otra del PP.

Debatimos ahora dos mociones de urgencia. La primera es sobre un requerimiento del Ministerio de Fomento sobre la avenida Pérez Galdós. Se desconoce por ahora el contenido de la segunda.

Explica Badenas que cuando dijo «enano jurídico» se refería a «persona de bajo nivel jurídico» y repasa los estudios de otros síndics de greuges.

Pide la palabra Badenas por alusiones.

Responde Caballero con un tuit de Óscar Puente, ministro de Fomento, el que le dedicó al periodista vinculado al partido de Se Acabó La Fiesta Vito Quiles, al que tildaba de «saco de mierda».

Se dirige Sanjuán a la alcaldesa: «¿Comparte las palabras de Badenas sobre el Síndic?»

Último punto del pleno: interpelación de Borja Sanjuán sobre los supuestos insultos de Juanma Badenas al Síndic de Greuges, al que definió como «enano jurídico». Aprovecha Sanjuán para definir el discurso de Badenas en el pleno de hoy como uno de los más vergonzosos que se han hecho nunca en el Hemiciclo.

«Hemos hecho más por la protección del medio ambiente en un año que ustedes en ocho», dice Juan Carlos Caballero.

En las interpelaciones, Giuseppe Grezzi hace un balance de las políticas de movilidad y pregunta por el que hace el Ayuntamiento.

Será un pleno corto. Pasamos ya a las interpelaciones, que el equipo de gobierno siempre suele decir que contestarán por escrito.

El pleno llega a su final mientras termina el debate de la última de las mociones.

Valle en el pleno, lo esperado, después de varias horas muy tensas. Hablamos ahora de la huella de carbono de la ciudad a raíz de una moción del Ayuntamiento. El tema lo adelantó nuestro jefe de Información, Héctor Esteban, esta misma semana.

Tono muy tranquilo en este debate en el que intervienen Papi Robles, Javier Mateo y Juan Giner. Entre que la primera y el tercero son comedidos y que el segundo añade humor en todas sus intervenciones («concrete una cosa, señor Giner. ¡Una, no muchas, no es cuestión de ponerse a concretar 'a saco'», ha dicho), ha sido un debate edificante. Para variar en este pleno.

Debate ahora el pleno una moción sobre mejorar la vida en el barrio de Nazaret.

Se va a aprobar una moción alternativa del PP para anular el intento del PSPV de hacer a Catalá votar el mismo texto que la PNL de Compromís en las Corts que no votó porque le llamaron por teléfono.

Han vuelto ya Robles, Notario, Tello y Coscollà.

Siete de los nueve concejales de Compromís, ausentes durante el debate de la Capitalidad Verde Europea. Beamud está casando.

Muy enfadado ahora Borja Sanjuán porque no se votan las mociones hasta el final del pleno, dentro de unas dos horas. «Lo hace para que los medios no vean lo que va a votar», dice. No se preocupen: LAS PROVINCIAS seguirá aquí.

«Valencia no merece que ustedes generen una imagen de la ciudad que no se ajusta a la realidad», asegura Catalá. «A quien diga que soy homófoba o que he comparado a las personas LGTBI con enfermos, que sepa que tendrá que asumir responsabilidades. Lo lamento, señora Llopis. Esta ciudad no es homófoba. Me conocen desde hace cuatro años y saben que no soy homófoba. No me aguantan la mirada porque saben que no lo soy. Es mejorable lo que hemos hecho, vamos a mejorarlo, pero respeten el nombre de Valencia», termina. Se ha pasado casi dos minutos del tiempo restante, pero nadie ha protestado.

Enumera la alcaldesa las acciones tomadas con motivo del Día del Orgullo. «Una ciudad que no cree en todo esto no hace todo esto», dice.

Toma la palabra la alcaldesa Catalá por primera vez desde que es primera edil.

«No he hablado de familias naturales, sino de colectivos. Para mí todas las familias son naturales porque tienen origen biológico», dice Badenas.

«Ni con Rita Barberá vivimos esta situación», dice Notario: «Señora Catalá, el Orgullo no es de todos y de todas. No es de quienes nos amenazan y nos agreden».

Los colectivos dan la espalda a la concejala de Igualdad.

Foto más clara, hecha desde la bancada de Compromís.

Los colectivos LGTBI dan la espalda a la intervención de Gil, tras hacerle varias referencias en sus intervenciones. En la foto, a la izquierda, en un palco.

«Ya basta de decir que tenemos que pedir perdón por cosas que no decimos, por cosas que no pensamos y por cosas que son públicas», dice Gil. Hace referencia a las declaraciones de Catalá sobre la bandera, a las opiniones del PP sobre el colectivo y a la militancia de Notario en Lambda.

Muy enfadada Rocío Gil. Está siendo uno de los debates más tensos que se recuerdan en el pleno del Ayuntamiento.

«¡Basta ya! ¡Qué bochorno! Los derechos LGTBI no les pertenecen, no son de ustedes, no son de los partidos de izquierdas», dice la concejala de Igualdad, Rocío Gil.

Termina su intervención con una referencia al aumento de violaciones a mujeres en Valencia. Caras de absoluta incredulidad entre la oposición. «Buena la primera», dice Grezzi en referencia a la primera intervención de Badenas.

Centra Badenas su intervención en el lobby internacional «que se enriquece gracias a sus numeritos» y clama contra el globalismo. «Apoyamos las unidades de convivencia naturales como la familia y el barrio», dice Badenas. Sanjuán rompe en aplausos.

«¡Son ustedes unos ignorantes! ¡Deberían volver al colegio!», exclama Badenas a Compromís y PSPV.

Pide la palabra Juanma Badenas. Grezzi da saltos literales de alegría.

«A ustedes sólo les interesa la mercantilización de los Gay Games», dice Notario.

Notario sube el nivel del debate. A la concejala de Compromís, excoordinadora de Lambda, le toca de cerca el tema.

Lluïsa Notario, que pertenece al colectivo como mujer lesbiana, sale al atril con la bandera LGTBI. «Esta es la única bandera que no representa el odio», dice.

«Salga en su próxima intervención y diga que soy homófoba, señor Sanjuán. Dígalo», reta la alcaldesa al portavoz adjunto del PSPV, Borja Sanjuán. Se la ve molesta a la primera edil.

Llopis afea a Catalá sus declaraciones del jueves. «Le pido que retire que comparé a las personas LGTBI con personas enfermas», reclama la alcaldesa. Llopis se niega.

«La bandera LGTBI es de todos pero un poco menos de ustedes, no hay avance que no haya conseguido el colectivo que no haya tenido la reacción de la derecha», espeta Llopis a la alcaldesa, que se ha convertido en el blanco de los ataques en este punto del debate.

Y ahora toma la palabra el colectivo Lambda. Muy emocionadas los intervinientes hasta el momento.

La Unión de Consumidores y la Asociación Chrysallis toman la palabra para defender a las personas trans.

Debatimos ahora la cuestión LGTBI. Interviene el secretario de la Fundación Diversidad, que era organizadora de los Gay Games.

Las mociones se votarán al final de los debates porque la concejala Lucía Beamud tiene bodas.