-RLGG7FZLl3Osfi9Lp5lxO0K-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
Situado al sur de Valencia, el polígono Vara de Quart siempre ha sido un enclave complicado para el Consistorio, por cuanto se trata del único ... polígono industrial dentro de la misma. Por eso, el PSPV planteó la opción de convertirlo en un distrito tecnológico y, para ello, puso al frente de la reconversión al padre del distrito innovador de Barcelona, Miquel Barceló. Sin embargo, el PP tiene dudas. «Hay muchos planteamientos urbanísticos dentro del polígono, hay que pensarlo bien», insisten desde la concejalía de Urbanismo.
Publicidad
Dudas, por tanto, sobre un proyecto en el que el PSPV había apostado mucho capital político. Fuentes del grupo que dirige Sandra Gómez, que fue además la encargada de capitanear esta idea, planteaban este jueves que está «todo hecho». «Están los pliegos listos para licitar el cambio de planeamiento y el plan de infraestructura, y con presupuestos», indican las mismas fuentes: «Tienen un estudio hecho, la hoja de ruta y los pliegos, basados en otros distritos innovadores. Los que se tienen que estrujar el cerebro sobre cómo se hace es la empresa que se lleve el contrato».
Desde el Consistorio, por su parte, apuntan que el polígono es complejo. En su interior hay desde empresas privadas, como periódicos (como este, de hecho), hasta almacenes logísticos, una comisaría de Policía Nacional, tres gasolineras, escuelas de FP, call-centers, restaurantes, empresas de muebles, de especias, naves de trasteros, empresas de pádel... Toda una amalgama de negocios que complican el ordenamiento. «Hay muchos planeamientos juntos», insisten desde Urbanismo.
Las cosas se mueven dentro de Vara de Quart. Pese a la inacción de dos corporaciones, las máquinas trabajan a destajo en el PAI de Hierros Turia, en la calle Gremis, junto a la Ciudad Ros Casares. Los operarios están limpiando el solar y urbanizando las calles aledañas. Los trabajos incluyen la mejora de todo el muro que rodea la parcela y la retirada de rastrojos y malas hierbas de su interior. La enorme parcela era empleada por los vecinos de Ros Casares para pasear a sus perros. Había hasta un asentamiento de personas en situación de sinhogarismo en su extremo sureste y los fines de semana era habitual ver a grupos de ciudadanos de ascendencia pakistaní o india que empleaban la zona para jugar partidos de críquet.
Publicidad
Sin embargo, el estado del polígono es más que mejorable. Poco antes de perder las elecciones, la concejalía de Movilidad creó nuevos itinerarios ciclistas y peatonales por el polígono para facilitar la ruta escolar desde San Isidro hasta el IES Misericordia. El plan de Sandra Gómez pasaba, precisamente, por mejorar la conexión en transporte público del polígono con el resto de la ciudad: únicamente la línea 71 tiene una parada cerca y el metro más cercano está junto al Hospital General, a más de un kilómetro a pie. Las últimas líneas que entraban al polígono se sacaron del mismo en 2016.
Los resultados del primer estudio, desvelados en verano de 2022, apuntaban que con el plan del PSPV en las 59 hectáreas iba a haber una edificabilidad para residencial (viviendas) que rondará el 30%. Serían inmuebles preparados para esa doble función de oficina y casa, algo así como lo que ocurre ahora en la Ros Casares.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Valdecilla agota las plazas MIR de Anestesia y de Ginecología
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.