La ONU elige a Valencia para un estudio de la lucha de las ciudades contra la pandemia

La tecnología de la información de las ciudades al servicio de la lucha contra la pandemia. Eso es lo que ocurrirá con el encargo a Valencia hecho público ayer por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo dependiente de la ONU. El Consistorio encabezará un grupo de trabajo internacional para potenciar la estrategia SmartCity con el objetivo de prevenir el contagio de la enfermedad en base al análisis de datos como la movilidad, el consumo de agua o la basura recogida durante el confinamiento.

El alcalde Joan Ribó dijo al término de la comisión de seguimiento de la crisis sanitaria que con este proyecto podrán «compartir experiencias y beneficiarse mutuamente» varias ciudades. La labor será coordinada por la Oficina Ciudad Inteligente y se pretende «hacer un seguimiento de la evolución de la pandemia en la ciudad, analizar qué señales pueden ayudar a hacer previsiones, anticipar el comportamiento del conjunto de los vecinos e intentar así ralentizar la propagación del virus».

Hoy se ha previsto la reunión de la junta de portavoces para intentar acordar algunas medidas entre todos los grupos, que ante el impacto de esta pandemia «sin precedentes en el aspecto social y económico, la tecnología digital puede impulsar la capacidad de respuesta de una ciudad».

Los objetivos del proyecto son monitorizar el progreso y ralentizar la propagación del virus hasta advertir señales tempranas que «salvarían innumerables vidas». De hecho, aclaró, «desde el Ayuntamiento llevamos un seguimiento de la enfermedad y de las señales de la misma», en referencia a los datos que proporciona la Conselleria de Sanidad.

A diferencia de lo que ocurre en otras autonomías, la Generalitat no detalle el número de contagiados, hospitalizados y muertos por municipios, lo que ha provocado ya varias críticas. El primer edil puso como ejemplo de la información que pueden aportar los Ayuntamientos el control del tráfico de vehículos o el número de usuarios de la EMT, que demuestran el grado de cumplimiento de confinamiento de la sociedad en sus casas.

En ciudades como Madrid es posible conocer hasta la incidencia de la enfermedad en los distritos, mientras que la Conselleria de Sanidad se niega a bajar a ese detalle de información.

El concejal de Agenda Digital, Pere Fuset, detalló algunas prácticas llevadas a cabo por la oficina municipal con iniciativas «tanto de funcionamiento interno para monitorizar los efectos de la pandemia en la ciudad, como orientadas a la población para informar de manera veraz de la actualidad, la evolución del virus y los recursos existentes».

El edil destacó que este nuevo grupo temático liderado por València, bajo el nombre «Respuesta de emergencia de las ciudades Covid-19» proporcionará una plataforma global «para compartir soluciones y mejores prácticas con las que abordar su impacto en ciudades».

En octubre de 2019, el mismo organismo de la UE, junto a más de 25 instituciones, organizó la novena semana de las Normas Verdes en Valencia, que concluyeron con la Llamada a la Acción. La Oficina Ciudad Inteligente ha creado también un portal en Internet y una aplicación donde se han inscrito 40.000 personas.

Ribó destacó aspectos que se analizan como el del consumo del agua o la generación de residuos, aunque los aspectos de la movilidad son los más útiles en este aspecto, en cuanto a conocer de manera científica las tendencias en cuanto a recorridos, horarios y singularidades que tiene en las ciudades un confinamiento de varias semanas para intentar frenar una enfermedad. En cuanto a la basura, se han establecido protocolos de desinfección que se tratarán con otras ciudades.

Por otro lado, el Ayuntamiento ha decidido crear una oficina, llamada Reactiva, para asesorar a los autónomos y pequeñas y medianas empresas de la ciudad sobre las ayudas habilitadas por esta administración, y también por la central y la autonómica, según informó la vicealcaldesa Sandra Gómez.