Una empresa abrirá otro hotel en el entorno de la Marina

El entorno de la Marina está en ebullición en lo que respecta a proyectos turísticos y buena muestra de ello es la presentación de una empresa del proyecto para rehabilitar el edificio de la avenida del Puerto, 273 en un hotel. Durante los próximos veinte días estará abierto un plazo de alegaciones.

La iniciativa coincide casi en el tiempo con una de finales del pasado año, en este caso para la construcción de nueva planta de un establecimiento en el solar situado en la esquina de Mariano Cuber y Francisco Baldomá. Este inmueble quedará algo al norte del primero y ayuda a cerrar el círculo con la tercera iniciativa en liza, en este caso un hotel de lujo en el paseo de Neptuno.

Todavía es pronto para determinar los plazos de las obras, aunque está claro que hay interés del sector en la zona. Justo al lado de la finca protegida de planta baja y tres alturas, hay un edificio cuya pared medianera supera con creces el futuro hotel, por lo que no se descarta la autorización de un sobreelevado.

Al otro lado de la calle Cristo del Grao, en dirección al puerto, se levanta la parroquia Nuestra Señora del Mar, una de las más antiguas y representativas de la zona. En la avenida, el Consistorio trabaja en la reforma del carril bici, en concreto para bajarlo de la acera a la calzada.

Ya en el interior de la Marina, el Consorcio Valencia 2007 ha entregado en el Ayuntamiento la documentación para que salga a concurso el proyecto y construcción de otro hotel, junto al edificio del Reloj y que se convertirá en uno de los edificios más representativos de la dársena. Fuentes municipales señalaron que todavía están en redacción los pliegos de condiciones para permitir un establecimiento de 30 plantas, que convivirá con otros usos todavía por definir.

Más atrasado se encuentra el hotel de hasta 15 plantas previsto en el Plan del Cabanyal, en la calle Eugenia Viñas. El documento urbanístico está pendiente de exposición al público por segunda vez, debido a que se han incorporado cambios sustanciales como la Vía Verde, la regulación de los apartamentos turísticos o el régimen de alturas en todo el barrio. La Demarcación de Costas alegó cuestionando las alturas del hotel, aunque la parcela queda fuera de la zona de dominio marítimo-terrestre.