Una empresa pide licencia para abrir un hotel en otro edificio de Ciutat Vella

La empresa Guemes S.L. ha iniciado la tramitación de la licencia ambiental para la reforma del edificio situado en el número 4 de la calle Garrigues y destinarlo a un uso hotelero. Así figura en la documentación expuesta al público, en lo que supone la apertura de un plazo de 20 días para los interesados en presentar alegaciones en el Ayuntamiento.

Este movimiento empresarial confirma el enorme interés de las compañías del sector en el centro de Valencia. No en vano, el edificio de la misma calle que está justo al lado se destinará también a un hotel, como publicó LAS PROVINCIAS el pasado septiembre. En apariencia, las dos operaciones están desligadas y corresponden a compañías diferentes.

La manzana está dominada por la presencia del teatro Olympia, que recae a la calle San Vicente Mártir. El lado opuesto está delimitado por Músico Peydró, mientras que el lado norte da a Maestro Clavé. Estas dos últimas son peatonales, lo que ha favorecido el mantenimiento de comercios y bares en la zona. El servicio de Actividades debe ahora validar el proyecto antes del inicio de las obras de rehabilitación.

El inmueble fue construido entre 1914 y 1918. La fachada y algún elemento de interior cuentan con protección patrimonial, por lo que los permisos tendrán que pasar por la comisión de Patrimonio. En el primer caso, presentado por la empresa Urbana Garrigues Dos S.L., se plantea la ocupación de la finca con 96 habitaciones en una superficie de 4.076 metros cuadrados, donde se incluye la distribución del ático con 438 metros cuadrados.

El Plan de Ciutat Vella se encuentra aprobado por el Ayuntamiento y a la espera de la autorización definitiva por parte de la Generalitat. Antes de la moratoria de licencias de uso hotelero y de apartamentos, el Consistorio acumuló hasta 70 solicitudes, que poco a poco van cuajando en licencias de obras.

El documento que aglutina las normas urbanísticas para el centro de Valencia protege hasta 2.250 edificios destinados de manera obligatoria a uso residencial, además de limitar la apertura de viviendas turísticas. No obstante, la acumulación de peticiones antes de la moratoria fue tal que, como ocurre en este caso de la calle Garrigues, dos iniciativas se impulsan literalmente pared con pared para darle a las fincas el mismo uso.