Las empresas recurren en los tribunales la paralización del plan de Benimaclet

La citada firma encabeza el proyecto con un 40% de la propiedad de los solares de todo el sector tras su entrada con una fuerte inversión en 2017. El argumento principal de la demanda será que ya se admitió una programación hace años y que los cambios pretendidos ahora por el gobierno municipal «caben perfectamente» en ese modelo de gestión indirecta. «Cumplimos con el 95%», aseguraron.

Uno de los elementos de la demanda será sin duda el acta de la comisión de seguimiento del plan de participación, una reunión celebrada el 25 de febrero de 2019 donde participaron cinco concejales del gobierno municipal encabezados por el alcalde Joan Ribó. El documento indica que el proceso de revisión del Plan General en 2010 «suponía la recalificación de hectáreas de huerta del conjunto del entorno de Valencia como terrenos urbanizables. La propuesta actual del Ayuntamiento busca consolidar los terrenos urbanizables del plan de 1988 sin comprometer los terrenos de la huerta».

Nada se hablaba por lo tanto de reclasificar más parcelas urbanizables en el sector de Benimaclet para uso agrícola. Un año después, sin embargo, la propuesta de las empresas fue rechazada por el Consistorio.

Las mismas fuentes negaron la imagen de una pretendida «voracidad inmobiliaria» de su proyecto, dado que reservaba solares para huertos urbanos, concentraba las viviendas en los extremos de ese tramo de la ronda norte e incluía un gran parque, como querían los vecinos en el plan de participación.

El gobierno municipal acumula otro asunto urbanístico en los tribunales, aunque el deseo de los promotores es que retirarla en caso de un acuerdo para seguir con el procedimiento que se anuló, al considerar que debía reclasificar más parcelas para huertos de autoconsumo.

Desde Metrovacesa apuntaron la opción de un menor número de viviendas al subir el porcentaje de uso terciario (comercio y oficinas), como se indica en un informe del propio Ayuntamiento, aunque a día de hoy no hay nada sobre la mesa.

El gobierno municipal ha planteado una gestión directa, aunque eso supondría adelantar unos costes de urbanización de 19 millones de euros. Acerca de esta opción, desde Metrovacesa indicaron que no se ha comunicado nada oficialmente, por lo que pusieron en duda la alternativa.

La zona de Benimaclet en debate muestra signos evidentes de abandono y de una mayor ocupación de alquerías y solares para transformarlos en huertos precarios, sin ningún tipo de permiso.

Ese ha sido el motivo de que Metrovacesa haya presentado también una denuncia por este motivo, de momento a nadie en concreto, para alertar del riesgo de accidentes por este motivo. La única zona autorizada para huertos es la que se hizo en primer lugar con el acuerdo entre el Consistorio y un banco, aunque eso no se extendió a ninguna otra, incluso la plantación de 60 plantones hace unos meses en una jornada de reivindicación vecinal a la que asistió el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi.

Es un paso más en la judicialización de un sector urbanístico en el que desde la empresa se asegura que gran parte de las decisiones de Compromís y el PSPV son puramente «ideológicas» con escasa cobertura legal. Los dos partidos se enzarzaron en discusiones durante semanas por sus planteamientos distintos a la hora de repartir la edificación y los usos.

Finalmente se decidió rechazar la propuesta de la empresa y chutar el balón hacia adelante con el anuncio de que se hará un estudio de las necesidades de todo el barrio de Benimaclet. De este modo, se sabrá seguramente ante la decisión del Tribunal Superior de Justicia que la propuesta municipal.