Uno de los nuevos autobuses eléctricos de la EMT, circulando por Valencia. Jesús Signes

La EMT, un gigante con pies de barro

La empresa consume uno de cada diez euros del presupuesto municipal y, pese a ello, necesitó 30 millones más para evitar la quiebra

Lola Soriano

Valencia

Lunes, 17 de julio 2023, 01:05

El cambio de rumbo en la movilidad de Valencia, después de polémicas como los carriles bici sin segregar del resto del tráfico o los excesivos ... transbordos en los autobuses, es uno de los anuncios que desde el minuto uno señaló la alcaldesa María José Catalá. Y dentro de la movilidad en el cap i casal, ha mostrado una especial preocupación por la situación que atraviesa la EMT, un auténtico gigante con pies de barro.

Publicidad

No es de extrañar esta incertidumbre, ya que bajo la dirección de Compromís se vivieron situaciones complicadas que han dejado a la empresa tocada, tras graves problemas como el robo de cuatro millones de euros mediante una estafa o las sanciones recibidas por valor de 600.000 euros por la cesión ilegal de trabajadores.

Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Valencia tuvo que inyectar en las cuentas de la EMT 30 millones de euros en marzo para que la empresa pública no entrara en causa de disolución, por el descenso de pasajeros durante la pandemia.

Con este panorama, el concejal popular recientemente nombrado presidente del consejo de administración de la EMT, Jesús Carbonell, tiene por delante importantes retos.

Publicidad

Un primer paso en la búsqueda de un mejor camino para la Empresa Municipal de Transportes ha sido el nombramiento de los nuevos consejeros. El PP ha confiado en el citado Jesús Carbonell y los ediles Carlos Mundina y Rocío Gil. El siguiente ha sido poner al frente de la presidencia a Carbonell, un auténtico experto que era el número dos en la Autoridad de Transporte Metropolitano de Valencia.

Deuda

En cuanto a la situación económica, los populares recuerdan que la deuda de la empresa pública en 2021 era de 124 millones de euros y, en 2022, a cierre de ejercicio, pasó a 92 millones. «La deuda en 2015 era sólo de 35 millones», aseguran desde el PP.

Publicidad

Otro dato que destaca es que en 2015 la aportación del presupuesto del Ayuntamiento de Valencia a la EMT era de «55 millones de euros y se funcionaba, y en 2023 el Consistorio tiene que aportar un total de 96 millones, además de los 30 que inyectó en marzo». Así pues, si el presupuesto global del Ayuntamiento de Valencia se acerca a los 1.000 millones, un total de 100 son para afrontar el día a día de la EMT.

Mención destacada merece lo que se debe a los bancos. En su última comparecencia como presidente de la EMT, Grezzi aseguró que lo consideraba como inversiones, no como deudas. La realidad es que a largo plazo hay que pagar a los bancos créditos por valor de 50,7 millones y a corto plazo, otros 9,4. Por lo tanto, los créditos ascenderían a 60,1 millones y el resto (32 millones) hasta los 92 millones correspondería a arrendamientos financieros, tal como recordaron en su momento desde Ciudadanos.

Publicidad

La estafa de cuatro millones, el suceso más escandaloso

Los frentes abiertos en la EMT son muchos, pero sin lugar a dudas, la estafa de los cuatro millones que sufrió la empresa pública en 2019, durante el gobierno del Rialto, es uno de los sucesos más escandalosos. El dinero no se ha recuperado y, en cambio, sí han sido altos los gastos que ha generado en despachos de abogados para buscar la pista en Hong Kong. En su momento se iniciaron dos procesos judiciales, uno en el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia y en el Tribunal de Cuentas. Este último órgano consideró culpable a la directiva que estaba al frente de la contabilidad. Además, el Ayuntamiento tras este incidente, ha tenido que mejorar los sistemas de seguridad informáticos para evitar que se repita.

En tema de inversiones, no hay que olvidar que la EMT se ha gastado, a pesar de la crisis que atraviesa, 11 millones en cambiar 900 marquesinas. Grezzi justificó que sólo costarán un «millón y pico» a los valencianos, porque el resto se subvenciona con ayudas europeas, pero todo suma. De igual modo, se han invertido 2,5 millones en cambiar las máquinas validadoras y el 90% se paga con ayudas de la UE.

Para evitar los bailes de cifras y con el fin de conocer los datos reales, el PP anunció en su programa electoral que van a encargar una auditoría de la EMT.

Pasajeros

Lo que sí ha mejorado, y se puede entender por el fin de las restricciones por el Covid, la gratuidad del transporte para los jóvenes y la rebaja del 50% de los títulos para el resto de usuarios, es el número de pasajeros. Si bien en 2022 todavía no se habían superado las cifras de 2019, en junio de 2023 son ya 8,8 millones de viajeros, cuando en 2019 fueron 7,9 millones en el mismo mes.

Publicidad

Y el número acumulado de enero a junio de este año es de 49.450.546, un 3% más que en 2019 en el mismo periodo.

Otro punto de estudio es el de la calidad del servicio. Y es que, tal como se conoció en abril, en los autobuses municipales la media de velocidad de la flota es un 14% inferior a la del resto de España. Un dato que hizo público la edil socialista María Pérez, que era candidata por el PSPV para el área de Movilidad.

Otro de los asuntos que preocupa al nuevo gobierno de Catalá y que inquieta a los usuarios, es el de los transbordos.

Transbordo para ir al hospital

Tania Cortés, una de las responsables de movilidad de la Federación de Vecinos de Valencia, detalla en este sentido que es preciso revisar la líneas. «Para llegar a servicios tan esenciales como La Fe, desde Zaidía, o al hospital Peset desde Malilla, no es lógico que haya que hacer transbordo, con lo que supone para los enfermos o personas con movilidad reducida. Por no hablar de los que hay que hacer para llegar al centro».

Noticia Patrocinada

La presidenta vecinal, María José Broseta, añade que no se puede consentir que con los transbordos, «entre un bus y el siguiente pasen 10 o 15 minutos. Y no puedes tardar una hora en llegar a un hospital». En el caso de los autobuses del centro de la ciudad, propone que no se improvise.

Un comité dividido y a la espera de aprobar el convenio laboral

En la radiografía de la EMT no hay que olvidar la división del comité de empresa. No hubo acuerdo entre los sindicatos a la hora de repartir los cargos y han tenido que asumir la responsabilidad las personas de mayor y menor edad del comité. Además, el convenio se aprobó en la asamblea de trabajadores, pasó el filtro del Ayuntamiento, pero UGT llevó ante la Autoridad Laboral dos artículos para revisar y está bloqueado. Será una patata caliente más para el PP. Y, además, a nivel nacional, el sector del transporte hizo una huelga a la que se sumaron en la EMT para pedir el adelanto de la jubilación a los 60 años.

Desde el Partido Popular, el nuevo concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha insistido en que una de las prioridades es «recuperar las 15 líneas de la EMT que llegaban al centro de la ciudad».

Vecinos como los de las pedanías del sur también se han quejado en múltiples ocasiones de que hay poca frecuencia de autobuses y en verano se llenan. Por eso, el PP anunció que otro de sus objetivos es «reforzar las frecuencias de las líneas que conectan las pedanías con el centro».

Publicidad

Y añaden que otra medida que quieren impulsar es «incrementar las intersecciones con prioridad semafórica al transporte público, con el objetivo de mejorar la frecuencia y la regularidad».

Faltan conductores

Un problema que señalan los trabajadores de la EMT y que habrá que abordar es el de la falta de conductores. El presidente del comité de empresa, Gregorio Rabadán, detalla que había «previsto incorporar al inicio del verano cincuenta trabajadores, pero de momento han entrado diez».

Por eso urge a que se incorporen los otros cuarenta porque «lo que está pasando es que muchos días se quedan autobuses en las cocheras sin salir porque faltan conductores». Rabadán argumenta que se da la situación «de que el número de pasajeros ya ha subido y superado a los de 2019, pero no pueden salir más autobuses y si las líneas que van a las playas del norte o a las de El Saler, El Perellonet o El Palmar se llenan los fines de semana, no se puede poner más flota. Hacen falta más trabajadores para dar vacaciones, sacar autobuses y dar un servicio adecuado».

Publicidad

Han calculado que faltarían unos 20 ó 30 vehículos en servicio más a diario. Y a ello hay que añadir que falta «ampliar la potencia de tensión en las cocheras de San Isidro para recargar los autobuses eléctricos, porque si no, cuesta más tiempo completar el proceso», según fuentes sindicales.

Por su parte, el portavoz de la asociación de consumidores Avacu, Fernando Móner, argumenta que lo más importante «es que haya transparencia y colaboración y eso en la EMT tiene que cambiar porque no se ha producido en los últimos años».

Publicidad

Opina que en el caso de los transbordos, «no se han valorado los cambios con los usuarios. Hay que mejorar los trayectos a zonas hospitalarias y ver las necesidades reales de la gente, como poner más líneas al Mercado Central».

Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores de la CV, recuerda que hay «que solucionar las deficiencias en frecuencia y puntualidad. Hay que hacer una auditoria de la frecuencia porque, además, han aumentado los transbordos y si hay que esperar entre uno y otro, la gente se desespera y le sale más rentable ir en coche».

Publicidad

Añade que hay que cambiar algunas líneas, «como las que van a los hospitales, para que sean directas o que lleguen más al mercado Central».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad