Un encontronazo en cada plan de peatonalización de Urbanismo

valencia. Las fuertes discrepancias surgidas al hilo de la reforma de la avenida Ausiàs March son un ejemplo más de un camino recorridos por los dos partidos de gobierno salpicado de otros enfrentamientos, ninguneos y matices a proyectos. En esto, la concejalía de Desarrollo Urbano se lleva la palma del rechazo de Compromís, con el antecedente más próximo el pasado mes de junio al hilo de la reforma de la calle Guillem de Castro, el llamado bulevar cultural.

Entonces, el alcalde Ribó dijo lo mismo que esta semana el vicealcalde Sergi Campillo, aquello de que se habían enterado «por la prensa» de la iniciativa de los socios socialistas.

Estos reprochaban estos días los meses de espera para obtener la planta viaria de la avenida Pérez Galdós y Giorgeta, una reforma provisional similar a la realizada en la plaza del Ayuntamiento y la plaza de San Agustín que acumula meses de demora, por lo que todavía sigue el concurso sin adjudicar.

Pese a estas circunstancias, tanto Campillo como Sanjuán opinaron ayer que no tendrán problemas a la hora de aprobar el Presupuesto municipal de 2021. El pleno de este mes aprobará las ordenanzas fiscales, la base para elaborar el documento y sacarlo a exposición al público. La previsión es ingresar 40 millones de euros más debido a la mejora económica y el aumento de las transferencias del Gobierno, estimó Sanjuán. A partir de esas cifras, Compromís y PSPV pactará la oferta de empleo público y las inversiones, como dos de los apartados más destacados.