El entorno del Parque Central de Valencia se asfalta tras un año de atascos y quejas vecinales

A las seis de la mañana de hoy estaba previsto que finalizase la primera jornada de asfaltado en la plaza Manuel Sanchis Guarner, la rotonda que separa Peris y Valero del viaducto de Giorgeta, y que constituirá uno de los principales accesos al Parque Central. De esta manera empieza a ponerse fin a más de un año de obras, estrechamiento de la calzada y quejas vecinales por esta situación.

Hasta el próximo día 27 se ha previsto el asfaltado de los diferentes tramos de la enorme rotonda, presidida por dos medias lunas que sirven para los cambios de dirección a los conductores. Según pudo averiguar ayer LAS PROVINCIAS, el día 25 empezará una intervención similar en la calle Filipinas, la calzada que separa Ruzafa del gran jardín que abrirá sus puertas en 2018.

El motivo de que las obras se hayan prolongado tanto en la rotonda, pese a las molestias causadas a los conductores, ha sido la necesidad de dejar el tajo abierto para las diferentes empresas de servicios públicos. Por esta zona entrará buena parte del suministro eléctrico, de agua potable y gas al parque, entre otras instalaciones.

El asfaltado no significa la retirada total de las vallas. El motivo es que aún quedan algún flecos por terminar, como la colocación de bordillos o un tramo de carril bici en la parte próxima al viaducto de Giorgeta. Pero el nuevo pavimento servirá para ofrecer un imagen más despejada de la zona y eliminar parte del mobiliario que llevaba colocado desde hacía más de un año.

El entorno del Parque Central se va a renovar a cargo de la sociedad pública encargada de las obras de urbanización. La inversión conjunta supera los 15 millones de euros y la previsión es que el jardín abra a principios de 2018, aunque todo depende de la climatología. Hace poco se inició la plantación por fases de un millar de árboles y 85.000 arbustos con un primer cargamento de cítricos. El proyecto coordinado por la paisajista norteamericana Kathryn Gustafson incluye detalles como que la toma de riego del arbolado estará en el subsuelo, de tal manera que las raíces no se dirijan a la superficie del jardín.

Por ese motivo se asegura la estabilidad del ejemplar, al que además se le añade unas sujeciones en el cepellón. De esta manera se evita la colocación de palos guía, atados con gomas al tronco, al contrario de lo que sucede en otros lugares de Valencia. Otras singularidades del parque se basan en el diseño de los alcorques, rectangulares en las aceras para que haya más tierra disponible pero no moleste a los peatones.

Las obras están muy avanzadas en algunos lugares, como la Huerta de los Niños, rodeada por grandes muros de hormigón que después se cubrirán con plantas. En cuanto a las naves industriales restauradas, la dedicada a Universidad Popular y la destinada a Juventud serán las primeras que abran, seguramente al mismo tiempo que el parque, mientras se trabaja en el proyecto del polideportivo que acogerá el gran recinto diseñado por el arquitecto Demetrio Ribes, autor asimismo de la estación del Norte.

Más atrasado está la zona que recae al paso elevado de Giorgeta, donde uno de los propietarios de las parcelas afectadas no aceptó la ocupación anticipada del solar. De ahí que un muelle de carga esté inacabado, además de un pequeño tramo del jardín por donde deben entrar canalizaciones hacia el jardín. La urbanización prevé además la construcción de un carril bici que pasará por debajo del viaducto para conectar con las calles de Malilla.