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Acceso principalal centro de saludSerrería II, enValencia, ayer. MANUEL MOLINES
Una hora de espera, 3 minutos de consulta

Una hora de espera, 3 minutos de consulta

LAS PROVINCIAS visita un centro de salud de Valencia tras las quejas de los médicos por la sobrecarga de pacientes y la falta de tiempo para cada atención

Daniel Guindo

Valencia

Sábado, 9 de febrero 2019, 17:54

Poco antes de las once de la mañana no quedaba ni un asiento libre en la zona de espera de la tercera planta del centro de salud Serrería II, en Valencia. Algunos pacientes esperaban de pie su turno para ser recibidos por el médico, mientras una de las doctoras salía de la consulta para pasar lista y que cada uno supiese su turno, una clásica fórmula para tratar de arañar unos segundos al reloj y agilizar las visitas. Al despacho contiguo accedía una paciente -a las 11.17 horas- para apenas seis minutos después -11.23- abandonar la consulta con la receta en la mano. Dos detalles que ilustran la principal queja de los médicos de familia: demasiados pacientes para cada facultativo y escaso tiempo para dedicarles la atención adecuada, motivo por el que el jueves volvieron a protestar a las puertas de los ambulatorios.

La situación de la sala de admisión (el mostrador para pedir cita o aclarar dudas) no era mucho mejor. A las once y media, una decena de personas hacía cola para, en la mayoría de los casos, solicitar atención médica, bien a través de Urgencias o para su facultativo de cabecera. «Si no tenemos cita, en pediatría no están hasta las doce y media, nos toca esperar un buen rato», apuntaba una pareja con su pequeño. Manuel y Ofelia, vecinos del barrio, era la segunda vez que visitaba el centro esa mañana. «Venimos a preguntar por un asunto, pero está tan lleno que nos volvemos a ir. Lo intentaremos por la tarde», resumieron. María Dolores salía más contenta: «he venido a por una receta y en media hora estoy fuera, no tengo queja»; al igual que Luis: «hoy ha ido muy bien, aunque no es siempre así. Tenía cita a las 11.53 y salgo a las doce y cuarto. Sólo había una persona dentro y nadie esperando, una cosa milagrosa». Otros pacientes con menos suerte sufrieron esperas de más de una hora, aunque todos resaltaron la profesionalidad del personal sanitario.

Rafael 67 años

«Es una pena que esto se degrade, es un tesoro»

«Tenía cita a las once, he llegado a las 11.40 y todavía me ha tocado esperar 20 minutos. En total, una hora más tarde. Y en tres minutos la médica me ha despachado porque sólo era ver el resultado de un análisis de sangre. Una ITV para ver cómo van los triglicéridos y el colesterol». Rafael es uno de los cientos de pacientes que cada día pasan por el centro de salud de Serrería II y sabe que en buena parte de las ocasiones le toca esperar. «Por eso he venido tarde», recalca. Este vecino cree que hay demasiados pacientes para cada médico y que, si no agilizan las consultas, los facultativos se ven obligados a alargar sus jornadas de trabajo. «Al final se van pasadas las tres de la tarde». Rafael señala que los profesionales sanitarios «están nerviosos porque ellos también son humanos y al final se cansan», pero resalta que le atienden «perfectamente, con un trato impecable, no puedo decir nada malo». Este residente agrega que, después de vivir 25 años en el extranjero, valora más si cabe la sanidad pública, pero «es una pena que esto se degrade porque es un tesoro para los españoles». Asimismo, Rafael comenta que también ha tenido que esperar para que le atendiera el fisioterapeuta -«once meses»-, pero después de pasar por sus manos está «como nuevo».

Paula 22 años

«He esperado 37 minutos para entrar en la consulta»

Paula estudia el curso de Formación Profesional (FP) de artista fallero y ya está haciendo las correspondientes prácticas formativas, por lo que ayer tuvo que pedir el día libre en el trabajo para acudir a su médico de cabecera, en Serrería II. Desde la semana pasada tenía la cita concertada, a las doce en punto del mediodía de ayer. Sin embargo, no accedía a la consulta del doctor hasta las 12.37 horas, por lo que la demora, en esos momentos, ya superaba la media hora, al menos en la consulta de su médico de cabecera. Pero a Paula no le extrañó la espera, puesto que en su caso suele ser habitual. «Normalmente espero bastante», señala. Su facultativo, tal y como explica, no escatimó en tiempo para atenderla y le dedicó unos diez minutos. «Sobre todo ha sido conversación, me ha preguntado bastantes cosas», añade. Sin embargo, el profesional sanitario que la atendió no pudo resolver su dolencia, por lo que optó por remitirla al especialista. La joven, al finalizar la consulta, pudo solicitar cita previa para el centro de especialidades Padre Porta, el que le corresponde. «Me han dado cita para la semana que viene, la verdad es que muy pronto. Ha sido todo bastante ágil», apunta Paula. La joven, por tanto, deberá de cuadrar de nuevo los horarios para tratar de solventar su dolencia.

José Pablo 70 años

«He llegado a las 11 y me han atendido a las 13.15»

José Pablo, después de estar ingresado durante varios días en el Hospital Clínico por una arritmia, recibió el alta el pasado miércoles. A causa de la administración de suero a través del gotero, cuenta con un prominente bulto en el antebrazo, por lo que ayer optó por acercarse al centro de salud alrededor de las once de la mañana para que atendieran su dolencia. Como no contaba con cita previa, «primero he ido al mostrador, a Enfermería y luego he subido con la doctora de Urgencias. Al final me han atendido sobre la una y cuarto». Una receta de antibiótico para bajar la inflamación fue el tratamiento prescrito. «Me han despachado rápido y he solicitado cita previa para que me vea mi médico de cabecera el viernes que viene», resume. José Pablo explica que vive en un primer piso y que, en el descansillo, «tenía que parar porque no podía más», de ahí su ingreso hospitalario.

Arturo 65 años

«Después de dos horas aquí, me mandan al hospital»

Arturo acudió ayer al centro de salud sobre las diez y media de la mañana con un fuerte dolor en las piernas. «He venido a Urgencias sin cita porque la doctora que me toca está de baja», explica. «Primero a información y luego para arriba para que me viera el médico. Pero estoy hasta el gorro de que me prescriban medicamentos y que no acierten», lamenta. Finalmente, «han estudiado mi caso y me han dicho que me vaya al hospital, porque me deberían hacer unas pruebas y aquí no tienen los aparatos adecuados», apunta mientras abandona el recinto, alrededor de las doce y media. En anteriores ocasiones, con cita previa, «he tenido que esperar sólo media hora».

Laura 28 años

«Hoy ha sido ágil»

«El doctor se ha tomado su tiempo, me ha auscultado, me ha mirado la garganta, los pulmones... Al final es un resfriado, por lo que me ha recetado ibuprofeno y un jarabe para la tos». Laura abandonaba ayer el centro de salud Serrería II con una sonrisa en la boca. Su dolencia apenas reviste gravedad y la visita al médico había sido muy rápida. «Tenía cita a las 11.55 y he entrado a las 12.10, apenas un cuarto de hora de retraso», señala, para destacar que la atención que recibe en la consulta «siempre es buena porque el doctor se toma su tiempo». Frente a ello, apunta que en otras ocasiones sí ha tenido que esperar más tiempo a ser atendida, pese a contar con cita previa. «Normalmente, si hay personas mayores delante, tienes que esperar un poco más de lo habitual», reconoce. También destaca que pudo obtener la cita previa con sólo 24 horas de antelación, «aunque a veces te dan cita para una semana después».

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