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Ilustración Sr. García
El eterno avispero municipal de PP y Vox en Valencia

El eterno avispero municipal de PP y Vox en Valencia

Choque tras choque. Estanques contra inmigrantes, negar el cambio climático, el falso 'viceacalde', quitar nombres de calles... La salida del exportavoz del gobierno del Ayuntamiento, último 'fuego' entre Catalá y Badenas

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 9 de marzo 2025, 00:38

Catalá está repitiendo el comportamiento de Ribó. Hay quien habla de 'Ribotics'». Juan Manuel Badenas, octubre de 2023. Tras la victoria de Maria José Catalá en la municipales que ponía fin a la era del Rialto, empezaba el tira y afloja de PP y VOX para cimentar un gobierno duradero. La idea inicial de la alcaldesa de llevar el timón de la ciudad en solitario topaba con la caprichosa aritmética de las urnas. Pero también con la dialéctica del portavoz de Vox y con la no precisamente fluida relación entre ambos. «En este gobierno no hay vicealcaldes. Debe ser un error léxico». María José Catalá, enero de 2024. La alcaldesa tiraba así de ironía y ponía coto al 'titulo' de vicealcalde con el que solía acompañarse Badenas. Sólo dos ejemplos del eterno avispero municipal por la cohabitación de los dos partidos en el gobierno del cap i casal. La traca final, la salida de Badenas del ejecutivo municipal tras ser defenestrado por Vox tras la investigación abierta al exportavoz por contratos firmados con la empresa en la que trabaja el marido de la delegada del Gobierno.

Los antecedentes

El primer choque con la privatización de la VIU

De aquellos polvos, estos lodos. La relación entre María José Catalá y Juan Manuel Badenas, hoy 'socios' en el Gobierno (aunque sin él ya en el escalafón), nace en 2012. En aquel entonces Badenas era rector de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Catalá ostentaba el mando e la Conselleria de Cultura (bajo la presidencia de Camps) y comandaba la Fundación al mando de la VIU, entonces una universidad pública creada por la Generalitat. Catalá fue la encargada de privatizar el ente. Algo que no gustó en absoluto al rector Badenas. Hasta llegó a dejar constancia ante notario de lo que él consideraba iregularidades en el proceso. El hoy exportavoz perdió su sillón en el rectorado. Y la relación entre ambos dicen que ya nunca se enderezó.

El 'marrón' verde

El concejal de la Albufera y el cambio climático

Que la derecha populista tiene como uno de sus mantras negar la existencia del cambio climático es algo sabido por todos. Que el responsable municipal encargado de la gestión de uno de los pulmones verdes de Valencia se suba a estas tesis concede ya un tinte de cierta gravedad al asunto. Pero que se pronuncie así además en el marco de un acto de la Capitalidad Verde Europea, una distinción internacional, roza ya lo surreal. Pero así fue. «Hay un alarmismo climático o religión climática. Un discurso de la burbuja climática que no ha servido más que de señuelo ideológico y derroche de dinero público». Quien habla es José Gosálbez, el concejal de la Albufera en el Ayuntamiento de Valencia, durante la inauguración de la jornada 'Humedales ante el cambio climático', dentro de los actos de la Capitalidad Verde Europea en febrero del año pasado. Catalá no tardó en echar agua (casi ni metaforicamente hablando) sobre las declaraciones del edil. Aunque con diplomacia: «Pepe es una persona muy comprometida con la Albufera, muy trabajadora. Valencia es capital verde europea «y no puede negar sus compromisos con la sostenibilidad. Estamos muy comprometidos». Y la hoguera se apagó, humeando...

La polémica del río

Los estanques contra indigentes, «no prioritarios»

Fue también en febrero del año pasado cuando parecieron adelantarse las mascletaes de las Fallas 2024. Otro 'estallido' entre PP y Vox llegó con el anuncio por parte de Badenas de hasta tres estanques en viejo cauce del Turia para disuadir a los indigentes de usar los jardines como dormitorio. El exportavoz cargó la artillería de su discurso. «El río es inseguro», dijo tras la muerte de un 'sintecho' a pedradas por un joven con un trastorno mental que dejó herido a otro mendigo. «Hemos de redoblar el esfuerzo para aumentar la seguridad en Valencia y, en lo que a mí toca, en las zonas ajardinadas», añadió el entonces responsable de Parques y Jardines. Catalá segó la polémica en dos veces. Primero con una frase tan tibia como aclaratoria. «Los estanques no son una prioridad». Después con un mensaje mucho más severo: «El problema del sinhogarismo no se arregla con estanques. Se resuelve haciendo un trabajo transversal que ya estamos desarrollando con Servicios Sociales». Otro golpe en la mesa de la alcaldesa frente a su entonces teniente alcalde.

Vox se queda solo

El choque con el paseo de Guillem Agulló

Aquel día en el aperitivo previo a la mascletà en el balcón del Ayuntamiento, Catalá no cesaba de hablar indignada. Pero al mismo tiempo consciente de que tenía una oportunidad de marcar el camino:ni su partido ni el gobierno municipal iban a entrar en espinosos y estériles debates ideológicos. En muchos de los corrillos de la zona noble del Consistorio, mientras la plaza aguardaba a escuchar el 'senyor pirotécnic' del 7 de marzo de 2024, muchas de las charlas iban en torno al proyecto que había verbalizado unas horas antes Juan Manuel Badenas: el responsable de Parques y Jardines iba proponer retirar de un paseo de Viveros el nombre de Guillem Agulló, el joven antifascista asesinado en 1993.

«Supone la imposición de una parte de los valencianos que ahora ya no es la mayoritaria», fueron las palabras del entonces portavoz de Vox. Resonaron en el vacío. Vox se quedó solo en el hemiciclo municipal. El PP votó junto a PSPV y Compromís para oponerse al cambio de denominación. «Estamos a favor de la convivencia y no del frentismo», sentenció el portavoz popular, Juan Carlos Caballero. El fino hilo que une a los dos socios de gobierno se seguía desmadejando. «El PP se ha situado junto a la crispación y el enfrentamiento entre los valencianos», sentenció Badenas.

La mayor tensión

Plantón en el pleno de Vox por el empleo femenino

Ir contra las políticas que defienden la igualdad entre hombres y mujeres es otro de los mantras de Vox. Otro caballo de batalla que niegan y desprestigian como el del cambio climático. Quizás ha sido uno de los choques más severos entre la alcaldesa y su exportavoz en estos meses. Por lo significado del tema y por lo que hubiera conllevado de materializarse el plan de la derecha populista. Como responsable de Empleo, Badenas cercenó de los estatutos de Valencia Activa la necesidad de promover un empleo equitativo entre hombres y mujeres. El de Vox se encontró delante a Catalá. Fue también en marzo de 2024, en unos caldeados días prefalleros. «Yo sacaré adelante las políticas de empleo femenino». Y firmó un convenio con la Asociación de Jóvenes Empresarios. E inyectó 180.000 euros desde la concejalía popular de Igualdad. Y Vox acabó saliéndose de un pleno en protesta por lo que calificaron de «intromisión de funciones».

Catalá responde

El 'castigo' de las vacaciones de verano

Tras unos meses tensos, en verano llegó la respuesta de Catalá. Aparentemente nimia pero muy significativa. En el turno de asignar las alcaldías de verano, la alcaldesa las repartió entre sus concejales populares. Cero para el teniente de alcalde Badenas. La respuesta de la alcaldesa al por qué fue sucinta y certera: «Es una cuestión personal. Y normal que delegue en gente de mi partido».

Pulso con el Valencia CF

El campo de minas del Nou Mestalla

El eternamente inacabado Nou Mestalla ha sido otro de los nichos de polémicas entre Catalá y Badenas. Con luces y sombras. Con el de Vox oponiéndose a la concesión de licencia al proyecto por Urbanismo e incluso votando en contra de la cesión de fichas urbanísticas que al final el PP sacó adelante con la oposición. Aunque también Badenas evitó que se reprobara a la alcaldesa al tumbar la moción con sus votos. Aunque con pocos 'sentimentalismos':«Actuamos por meras razones institucionales».

Choque en Fiestas

El «esperpéntico» abeto de 11.000 euros

La cartera de Fiestas y Tradiciones en manos de Vox no ha estado exenta de polémicas. En 2024 los de Badenas se trajeron para Navidad un abeto de Milán por 11.000 euros. «Esperpéntico» lo llamaron los socialistas. Acabó seco. Catalá pasó de puntillas. «Yo lo que quiero es que los árboles estén podados y no se caigan», un mal del ejecutivo anterior. El abandono de la restauración de las rocas del Corpus (ha acabado adjudicado de manera surreal a una empresa de fertilizantes) ha sido otro motivo de choque entre PP y Vox. Ni el dicho 'tengamos la fiesta en paz' vale para la coalición municipal.

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