Un grupo de turistas, en la plaza del Mercado en una imagen de archivo. DAMIÁN TORRES

Las explicaciones de guías a grupos de turistas, a cinco metros de las entradas del Mercado Central

Mercado Central y Ayuntamiento renuevan el convenio de buenas prácticas turísticas que recomienda que no accedan grupos de más de 10 personas al interior de la lonja

Jueves, 13 de junio 2024, 14:20

Los guías que expliquen el Mercado Central tendrán que hacerlo al menos a cinco metros de las entradas al edificio. Así figura en el protocolo de buenas prácticas turísticas del Mercado Central aprobado por la lonja junto al Ayuntamiento de Valencia y la asociación ... de guías turísticos.

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La concejala de Turismo, Paula Llobet, ha asegurado que el documento contribuirá «a garantizar la convivencia del turismo con la actividad comercial de este espacio catalogado como un Bien de Interés Cultural (BIC)». Por su parte, el edil de Mercados, Santiago Ballester, ha señalado la colaboración entre las dos áreas del gobierno municipal, Turismo y Mercados, para desarrollar el protocolo. «El objetivo es compaginar las visitas de los turistas, a uno de los tesoros culturales y arquitectónicos que tenemos en la ciudad, con el buen funcionamiento del Mercado Central», ha resaltado.

Estas buenas prácticas garantizarán la calidad de visitas guiadas, además de proteger el uso del espacio para favorecer el correcto desarrollo de la actividad y evitar posibles colapsos dentro del recinto por la afluencia de visitantes. Los guías de turismo juegan un papel fundamental en este ámbito, ya que son el primer contacto entre la persona visitante y el destino turístico.

En este sentido, para un correcto funcionamiento y coexistencia, estos deberán llevar un identificativo que acredite su habilitación de acuerdo con la normativa vigente. Además, el protocolo también establece que deberán realizar la explicación histórica del mercado fuera del recinto, a una distancia razonable de unos 5 metros de manera que no obstaculice la entrada. Se recomienda evitar realizar visitas y explicaciones en su interior a grupos de turistas, entendiéndose que un grupo supone un número superior a 10 personas, donde se incluye al guía turístico.

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El documento también contempla medidas como evitar recorrer los pasillos en grupo, no tocar el género y respetar la actividad de venta y a la clientela. Se podrán realizar fotos a los puestos salvo aquellos en que conste una indicación que no lo permita. Además, se indica que se deben dejar libres las escaleras de acceso, así como las rampas y los pasamanos, y no obstaculizar la circulación en los pasillos, por lo que se ruega que no se detengan en grupos que impidan el paso de las personas. También se prohíbe tirar desperdicios en los lugares no habilitados al efecto.

«Con todas estas medidas pretendemos que los visitantes disfruten de una experiencia de calidad en el Mercado Central, que conozcan su arquitectura, nuestros productos locales y nuestra forma de vivir, pero también que sean respetuosos con nuestro patrimonio y con los vendedores y clientes del mercado, para esta joya continúe siendo un lugar agradable para comprar, visitar y disfrutar», ha enfatizado Paula Llobet.

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Estas medidas ya estaban implementadas. Salvo esa prohibición de explicar nada sobre el mercado a menos de cinco metros de las entradas, todas las demás llevan años funcionando. Y de forma adecuada. Es por eso que Mercado Central y Ayuntamiento han insistido en la renovación del protocolo, en el que han jugado un papel muy importante los guías turísticos. "Tenemos que agradecerle a la asociación de la ciudad su predisposición, porque en otras ciudades, como Barcelona o Alicante, no se ha aprobado nada similar", comenta Cristina Oliete, gerente del Mercado Central. De hecho, la lonja ha prohibido la instalación de puestos que no vendan comida o bebida para así evitar la entrada de negocios de recuerdos, que atraen a turistas en masa pero que hacen que el establecimiento pierda su atractivo también para residentes. La intención es evitar convertirse en otros mercados como el de la Boquería que se han transformado casi en atracciones turísticas, con pocos puestos que venden producto para vecinos y residentes.

El Mercado Central también prohibió, hace años, sentarse en las escaleras y comer en ellas, lo que ahora ocurre justo enfrente, en la Lonja de la Seda. Se intenta evitar así que los 'picnics' impidan el acceso de clientes al Mercado Central. Muchos de ellos son personas mayores que se pueden ver desalentados a subir las escaleras si, además de ello, tienen que esquivar a grupos de turistas que estén comiéndose un plato de paella sentados al sol de la plaza del Mercado.

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