Cultura rechaza tirar la fachada neoclásica para destapar partes góticas de la catedral de Valencia

Cinco años y medio después de la solicitud y tras intensos debates e informes, la Dirección General de Cultura y Patrimonio anunció ayer su decisión de no autorizar el proyecto 'Recuperación de la fachada de los absidiolos y cubierta de la cúpula del relicario', de la catedral de Valencia, ya que el derribo de la fachada neoclásica que recae a la plaza de la Almoina «supondría una modificación sustantiva del monumento porque suprime, de manera irreversible, un cuerpo íntegro del edificio y altera la fisonomía actual».

La resolución está respaldada por tres informes de instituciones universitarias y culturales, mientras que sólo un cuarto, del Consell de Cultura aboga por la demolición. El proyecto del cabildo de la catedral pasaba por eliminar una pared de ladrillos levantada a principios del siglo XIX, con el fin de mostrar a los viandantes las zonas góticas escondidas, es decir, todos los ventanales, arbotantes y elementos arquitectónicos que rodean el ábside de la Seo.

La presencia de esta pared y una cubierta de teja son las causantes, según la tesis del arquitecto de la catedral, Salvador Vila, de las goteras aparecidas en la capilla del Relicario y toda una serie de humedades que han dañado unas pinturas y obligado a trasladar las reliquias custodiadas a otras capillas.

La resolución da carpetazo, al menos de momento, al debate apasionante sobre la conveniencia de eliminar elementos añadidos en los monumentos, algo que en este caso tenía la urgencia de poner fin a las goteras. En la resolución enviada al cabildo se asegura que «los elementos arquitectónicos que quiere suprimir el proyecto forman parte del monumento y añaden valor a la catedral porque el cuerpo neoclásico debe considerarse como una aportación que enriquece el conjunto y no es un elemento impropio».

El proyecto presentado tiene como objetivo la demolición de la cubierta del espacio entre los absidiolos y el muro exterior. También preveía la posibilidad de completar uno de los contrafuertes, el tambor y la cubierta de la capilla del relicario, así como una nueva cubierta en la capilla de Santiago. El resultado que se pretende ofrecer es un aspecto uniforme de toda la cabecera gótica, que quedaría a la vista con una verja metálica. Con el fin de proteger el interior de las estancias, desde hace meses hay una lona protectora en la cubierta que ya ha comenzado a mostrar señales del paso del tiempo con varias roturas.

Desde la Conselleria de Cultura subrayaron que la catedral fue declarada bien de interés cultural con la categoría de monumento histórico y artístico por el Decreto con fecha 3 de junio de 1931. De acuerdo con lo establecido en el artículo 35 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, todas las reformas deben autorizarse por la conselleria competente en materia de cultura. «Ante la falta del estudio multidisciplinar sobre los efectos de la intervención, que lo ha reclamado la Administración autonómica a lo largo de estos años desde que se presentó el proyecto en 2014, es cuando la Generalitat solicitó información a los siguientes órganos consultivos en materia de patrimonio: la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, la Universidad de Valencia, la Universidad Politécnica y el Consell Valencià de Cultura», como un trámite previo a la resolución.

De las cuatro entidades, la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia «se pronuncian de manera claramente contraria a la propuesta del proyecto y coinciden en las consideraciones siguientes: el valor patrimonial, en cuanto a producto arquitectónico, de la catedral reside en la conjunción de varias arquitecturas a lo largo de su larga historia, realizadas con maestría; el cuerpo que se propone eliminar no es un elemento impropio. Presenta calidad en sus materiales y en su ejecución. Es el resultado de una renovación clasicista de la fachada entre la Almoina y la plaza de la Virgen».