La falta de espacio en San Isidro hacina decenas de autobuses mal aparcados

Los nuevos autobuses van llegando con cuentagotas para renovar la nueva flota de la EMT y sustituir a los vehículos más antiguos como los calcinados por las llamas en el espectacular incendio del pasado sábado. Suerte que fueron estos últimos los que ardieron y no los nuevos híbridos que costaron cerca de 50 millones de euros a la empresa municipal.

El suculento contrato de esta adjudicación para adquirir 164 nuevos autobuses se lo llevó la empresa Evobús Ibérica. Desde la llegada de los primeros autobuses el pasado mes de julio, se puso a disposición de la adjudicataria los depósitos de San Isidro y el Norte, algo que ya no fue visto con buenos ojos desde los sindicatos.

Fue entonces cuando el problema de espacio se hizo latente. Miden hasta 18 metros de longitud los nuevos articulados y ante la falta de espacio se quedan arrinconados y mal aparcados en la cochera de San Isidro.

Así lo explican desde la sección sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la empresa municipal de autobuses: «Tenemos un problema de espacio, tenemos autobuses colocados en los laterales de las cocheras porque han venido nuevos y todavía no los han retirado los antiguos, sobre todo son los nuevos los que se dejan en los bordes, dentro de la cochera pero no el lugar que corresponde», explican aunque dicen que en la calle donde ocurrió el siniestro los vehículos estaban estacionados donde corresponde. Lo mismo defienden desde la entidad, que los vehículos afectados por el incendio estaban bien colocados.

El problema se hará cada vez mayor cuando se concluya con la incorporación de los nuevos 164 autobuses híbridos perfectamente equipados. «Conforme llegan los nuevos vehículos las cocheras se van quedando pequeñas, son autobuses más grandes y hace falta más espacio», reconocen desde la organización sindical. Sin embargo, la aplicación de la cochera de San Isidro sigue pendiente. El Ayuntamiento denegó a la EMT la licencia para las nuevas cocheras cuando ya estaban en obras en San Isidro por las objeciones que pusieron los técnicos a la ejecución del proyecto. La EMT pidió licencia para construir una cochera provisional en este suelo público por un tiempo de diez años, con un edificio de oficinas de una planta y una zona de estacionamiento de autobuses. La junta de gobierno autorizó las obras de adecuación de estos terrenos a finales de junio de 2018, con carácter previo a que se concediera el permiso urbanístico a la empresa. Está por ver cuándo se reanudarán y en qué condiciones. En esta parcela de más 15.988 metros cuadrados donde, en caso de que al final se construya, irá el depósito, se dedicará a estacionar parte de la nueva flota.