La Federació de Penyes Taurines recurre el veto al bou embolat en las pedanías de Valencia

La Federació de Penyes Taurines de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana y la Agrupació de Penyes Taurines Pedaníes Nord han interpuesto sendos recursos contenciosos-administrativos contra las resoluciones del Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat que prohíben la celebración de festejos de toro embolado en las pedanías de la ciudad de Valencia.

En un comunicado, argumentan que las resoluciones recurridas dictadas en fecha 22/04/2023 y 27/04/2023 por el Ayuntamiento y la Generalitat respectivamente, se fundamentan en el Acuerdo de la junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia de fecha 10 de junio de 2016, durante el gobierno del tripartito, que considera «maltrato animal» la modalidad de tauromaquia tradicional del bou embolat de gran raigambre en la Comunitat.

La Federació de Penyes Taurines de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana y la Agrupació de Penyes Taurines Pedaníes Nord ponen de manifiesto que las resoluciones recurridas carecen de motivación, pues poseen informes veterinarios que contradicen y desacreditan tan «desafortunada calificación» y que suponen un flagrante agravio comparativo respecto de los cientos de municipios de la Comunitat en los que la Generalitat sí ha autorizado la celebración de bou embolat.

Para la Federación, «ni la afición valenciana, ni las peñas y asociaciones que la integran, merecen en modo alguno que las Administraciones atropellen sus derechos constitucionales de libre acceso a la cultura, incumpliendo además el mandato legal de promover y proteger la Tauromaquia que establece la Ley 18/2013, reguladora de la Tauromaquia (en todas sus modalidades) como patrimonio cultural español, entendiendo la Junta Directiva actual de la Federación que bien podrían haberse evitado éstas acciones judiciales de haberse procedido en su momento, por la oposición, que manifiesta ser protaurina (PP y Vox), a impugnar el citado Acuerdo de Junta de Gobierno».

El comunicado insiste en que «Una vez más es la afición, el pueblo, el que debe defender los derechos y libertades individuales y colectivos garantizados por la Constitución frente a decisiones de carácter ideológico y político, arbitrarias y que vulneran la legalidad, cercenando no sólo los derechos de quienes amamos los bous al carrer, sino el legado cultural que hemos recibido y que tenemos la obligación de conservar, fomentar y hacer respetar».

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