«Vale, pero vamos primero a los coches de choque grandes, ¿eh?». La hermana mayor es demasiado mayor para los coches de choque pequeños. Con ... esa mezcla de amor y resignación que supone hacer cosas «de bebés» por tu hermano pequeño que sólo entendemos los hermanos mayores, ambos bajan con su madre hacia la feria en esta tarde de miércoles. Ya no les cubre la sombra de la noria, que no ha venido este año a Valencia. Pero la feria del tramo IX del Jardín del Turia sigue viva, con precios populares y una afluencia más que apreciable para el ojo no experto.
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Pero para quien año tras año pasa horas y horas entre luces estroboscópicas, música famosa y el olor de las mazorcas de maíz o las hamburguesas, la realidad es b bien distinta. «Falta mucha gente, hay mucha menos que el año pasado», dice José, parapetado detrás del mostrador en una de las primeras atracciones nada más entrar. Con aspecto resignado, se encoge de hombros. «No sé por qué será pero es verdad que hay menos. Lo vamos notando poco a poco», asegura.
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Cerca de él, Alfred, que es más joven, también lo ha visto.«Igual hemos perdido un 30% de visitantes, ¿eh?» ¿Tantos? «Tantos», reconoce. Él es el primero en apuntar a la falta de la noria. «No sé si será porque no está, pero creo que puede afectar», lamenta. Ambas atracciones, como la inmensa mayoría, han mantenido los precios, unos cuatro euros por viaje. Algunas, incluso, ofrecen dos por ese precio. Otras tienen vales especiales de cinco viajes a 15 euros, lo que permite ahorrarse un 20%. El más caro, un enorme brazo de metal que da vueltas y que promete mareo y emociones fuertes de nombre 'Bomber', vale 6 euros. Esta falta de visitantes, que confirman diversas fuentes, no tiene que ver con los precios.
Ni siquiera en la comida. Eva tiene un puesto de mazorcas de maíz al lado de los coches de choques. «Mantenemos precios con respecto al año pasado y cada vez cuesta más que venga gente. Este año parece que viene menos gente, ha empezado más flojo», lamenta. Hablamos de tres euros por mazorca. Las casetas que ofrecen comida o bebida tiene menús de 7 a 10 euros dependiendo de si tienen patatas o no. Precios, por tanto, populares. Se ve en el público: gente muy joven, se diría que alumnos de instituto, que pasan sus primeras tardes en libertad aprendiendo a ser adultos haciendo cola para atracciones a las que ellos quieren subirse para mostrar que son los más valientes y ellas, que se suban para verles ponerse amarillos.
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Las tómbolas, que pueden ser las atracciones más baratas (algunas ofrecen hasta 3 lanzamientos de dardo por un euro, con premios que van desde peluches a bufandas de la Selección), también han notado la caída de público. «Sí hemos notado caída. Sobre todo en San Juan, que no vino nadie. El pasado fin de semana sí vino alguien más. A ver qué tal este», dice, en referencia al que empieza en dos días. Será, para muchos feriantes, la prueba de fuego. Van a pasar todo julio en el tramo IX del Turia: se quedan hasta el 4 de agosto.
La feria de atracciones de la Feria de Julio, lo que antes se llamaba Gran Fira, se convierte durante buena parte del verano en uno de los lugares más visitados de Valencia. También lo habría sido la Marina de València si el gobierno del Rialto hubiera apostado por el proyecto de la noria gigante junto al mar, pero no fue así. Esa noria de grandes dimensiones que se interesó por un espacio en la dársena se fue finalmente a Dubai, donde forma parte de una marina muy visitada por locales y turistas.
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