La firma que restaura la tortada de Goerlich propondrá dónde ubicarla

El proyecto arranca ahora, ya que se ha hecho efectiva esta semana la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Valencia de este trabajo al estudio valenciano Hidalgo Mora Arquitectura, un equipo, con Javier Hidalgo como responsable, especialista en intervenir edificios patrimoniales y experto en el trabajo de Francisco Javier Goerlich, ya que de hecho también ha restaurado el palacete Burgos situado en la avenida del Puerto, que también proyectó Goerlich.

No será una tarea fácil porque los elementos decorativo de piedra, que estuvieron en la plaza del Ayuntamiento de Valencia desde 1933 a 1963, cuando se desmontaron, se perdieron por varios jardines de Valencia, también por Paiporta e incluso hay piezas que se guardaron en un almacén municipal de Borbotó.

Ahora el trabajo será determinar con exactitud qué cantidad de piezas se conservan, hacer un inventariado, catalogarlas, digitalizar el fondo, realizar intervenciones precisas y poner en valor todas las columnas, bancos o elementos decorativos.

Como dato novedoso, cabe destacar que el estudio adjudicatario, trabajará en coordinación con el Servicio de Investigación de Arqueología Municipal del Ayuntamiento de Valencia (SIAM), ya que hay solares donde tienen previsto encontrar también piezas del monumento a Sorolla que se levantó en la playa de la Malvarrosa, como por ejemplo en el apeadero del barrio de San Isidro, y trabajarán de forma coordinada para discernir las piezas.

Si bien el estudio no actuará sobre las posibles piezas que se detecten de Sorolla, el SIAM sí aprovechará para identificarlas porque desde diciembre tienen el encargo municipal de hacer un estudio previo, inventariado y también una posible reconstrucción, como confirman fuentes municipales.

El concejal de Patrimonio, José Luis Moreno, ya indicó que iba a ser una tarea compleja, por la dispersión de piezas e incluso no descartó que aparezcan nuevos hallazgos o se confirmen los detectados en el entorno de las Torres de Serranos y Quart; la iglesia de San Juan Baylón y en el monumento a Sorolla de la plaza de la Semana Santa Marinera de Valencia.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Valencia primero optó por sacar a concurso este trabajo, pero en septiembre de 2023 quedó desierto, porque ninguna empresa se presentó a este proyecto que salió por 133.000 euros.

Para desatascar el tema, el Consistorio optó entonces por darle un nuevo impulso con un contrato negociado sin publicidad en el que se presentaron tres empresas y, finalmente, es ahora cuando se ha adjudicado de forma definitiva, tras todo el proceso de tramitación, el encargo.

Tendrán dos meses y medio, prorrogable a un mes más, de tiempo para realizar este proceso y el presupuesto destinado en esta ocasión es de 105.903,12 euros.

El estudio de arquitectos tendrá que lanzar una propuesta con alternativa de recuperación o reubicación de las piezas propiedad del Ayuntamiento, a nivel de borrador, con algún valor arquitectónico o artístico. Eso sí, será una propuesta no vinculante.

Mientras comienzan los trabajos, ya hay voces que verían con muy buenos ojos que los restos de la portada de Goerlich regresaran a la plaza del Ayuntamiento, lugar para el que fue diseñado. Entre esas voces se encuentra, por ejemplo, Daniel Benito Goerlich, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia y familiar del arquitecto. Además, recuerda que ya se coordinó un libro con opiniones de expertos, un libro que prolongó Daniel Benito Goerlich.

«En primer lugar, considero que es muy interesante que se ponga en valor las piezas de la tortada porque la obra que hizo para la plaza tuvo una vida corta, no llegó a res decenios y hay muchas personas que todavía lo recuerdan con nostalgia con las curvas de las piedras y farolas».

Añade que está bien que se averigüe «qué es lo que queda y con posterioridad reunirlo todo para montarlo en alguna parte».

Benito recuerda que esta decoración «supuso un esfuerzo grande desde el punto de vista intelectual y económico y no parecía que fuera pensado para ser una obra efímera. Era un material valioso con piedra y bronce».

Preguntado si apostaría porque volviera a la plaza del Ayuntamiento, ahora que todavía no se ha impulsado la reforma prevista en la plaza del Ayuntamiento y después de que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, haya expresado que quiere consultar el diseño de la plaza con el recientemente nombrado comité de expertos urbanistas, el catedrático contesta: «Estaría bien que volvieran las piezas que se puedan recuperar de la tortada al lugar para el que se configuró». También recuerda que las piezas «con elementos como las tres fuentes, las barandillas de piedra o las farolas de bola formaban un conjunto acorde con las fachadas de los edificios de la plaza del Ayuntamiento».

Incluso defiende la tesis de que hay plazas famosas en el mundo 'amuebladas', como por ejemplo la plaza Navona de Roma que sin las tres fuentes de Bernini, la de los Cuatro Ríos; la fontana de Nettuno y la del Moro, no sería lo mismo. Y lo mismo ocurre con la plaza de la Concordia de París, con el obelisco y las fuentes».

Sobre el hecho de que cuando estaba la tortada la plaza estaba sobreelevada, «responde que entonces también se disparaban mascletaes, y hay gente de la época que me decía que incluso se veía mejor la mascletà».

También apuesta por hacer un guiño de la obra de Goerlich en la plaza del Ayuntamiento César Guardeño, portavoz del Círculo por la Defensa del Patrimonio Histórico, entidad que destapó que parte de los restos de la tortada se guardaban en un almacén en Borbotó, al aire libre, y con unas condiciones de conversación no adecuadas.

Guardeño reconoce que la «reconstrucción completa, con todos los elementos de la tortada, es imposible, porque muchos han desaparecido y no sabemos dónde están».

Eso sí, matiza que «al menos, la columnata y la fuente que había sí se podía recuperar y algún elemento más del frontis de los puestos de flores que había en la zona subterránea de la plaza del Ayuntamiento».

En este sentido, opina que podía incluirse «a modo de monumento conmemorativo. De hecho, la fuente está localizada en la avenida Constitución y también la mayoría de columnatas. Por ejemplo, algunas de las columnas están en Reino de Valencia, en el monumento de los maulets». Argumenta que se podría hacer «un pequeño homenaje «y añadir paneles de fotografías históricas, como en la plaza de la Reina para ver la evolución urbanística».

No hay que olvidar que, sobre la dispersión de las piezas de la tortada de Goerlich, la fuente del mercado de las flores se encuentra en la confluencia de la calle Llano de Zaidía y la avenida Constitución.

Una de las columnas que complementan a las reubicadas en el monumento a los maulets de Valencia se encuentra como hito entre los términos municipales de Mislata y Valencia. Parte de la balaustrada está en dependencias del SIAM.

Además, en Paiporta se ha localizado parte de una columna en un jardín a la altura del número 24 de la calle San Antonio y cuatro bancos, que están en la calle Músico Vicent Prats.

Y también en la localidad de Paiporta hay dos bancos junto al puente de la carretera de Benetússer, otro frente a la pasarela y otro en la rotonda que coincide con la calle Maestro Palau.