Grezzi amplía la zona peatonal junto a un colegio del Ensanche tras la protesta de los padres

valencia. El tramo de la calle Cirilo Amorós situado a la altura del colegio público San Juan de Ribera quedará libre de plazas de estacionamiento y se hará peatonal para mejorar el acceso de los más de 200 niños y sus padres que acuden cada día al centro escolar. Así lo anunció ayer la concejalía de Movilidad, horas después de una protesta en la puerta del inmueble, donde alumnos y padres se pusieron chalecos amarillos y tocaron silbatos para criticar la pasividad del Consistorio frente a sus demandas desde hace varios años.

A partir de las nueve de la mañana de hoy, los técnicos destaparán señales de tráfico y pondrán en servicio los semáforos en el cruce con la calle Ruzafa. Se trata de invertir los dos primeros tramos de Cirilo Amorós, entre Ruzafa y Pizarro. La actuación persigue solucionar el problema en un paso de peatones por donde pasan cerca de 20.000 peatones al día, en una calzada por la que discurren ocho líneas de EMT diurnas y dos nocturnas.

Unas horas antes de que el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, diera a conocer su decisión de peatonalizar dos franjas de la calzada próximas al acceso del colegio, se produjo una protesta de padres de alumnos y niños, unos minutos antes de la entrada a las aulas a las nueve de la mañana.

«Donde ves coches aparcados, habrá motos y zonas de carga y descarga», según la información que tenían los vecinos de una reunión con responsables de la concejalía el pasado día 23. «Pedimos seguridad para nuestros hijos, sobre todo en la entrada por la mañana», insistía una de las representantes del AMPA.

El cambio se hace coincidiendo con las obras del carril ciclista de la calle Ruzafa. El motivo es evitar la retención habitual que se forma en el giro a la derecha para entrar en Cirilo Amorós y que penaliza a diez líneas de la EMT. Al colegio público acuden a diario 211 alumnos, niños a partir de tres años. «La entrada es tan estrecha que no cabemos», señalaron las mismas fuentes.

La solución del Consistorio ha sido una «actuación blanda» con pintura, bancos y maceteros, con el propósito de ampliar los espacios peatonales en el lado impar de Cirilo Amorós, entre los números 1 y 7, donde ahora había aparcamiento en cordón. Del mismo modo, en el lado par se hará lo mismo en las zonas de parking en batería desde los números 2 al 6. Esto, unido a la creación de un estacionamiento de uso exclusivo para motos en horario diurno y de uso mixto con coches en nocturno entre los números 9 y 17, permitirá liberar de estos vehículos las aceras en ese tramo.

Las protestas de padres y alumnos estuvieron acompañadas de sendos comunicados de Ciudadanos y el Partido Popular. El portavoz municipal de dicha formación, Fernando Giner, aseguró que la «desafección de Ribó la sufren tanto los padres de Dominicos como los del colegio San Juan de Ribera, que desde 2014 están denunciando la falta de seguridad en el entorno del centro. Pese a las múltiples preguntas y mociones que hemos presentado este mandato respecto a la seguridad en los colegios, nunca se ha fijado Ribó en estas familias del Ensanche».

Por su parte, la candidata popular a la alcaldía, María José Català, apoyó la protesta escolar y recordó que «Ribó también ha complicado muchísimo el acceso a los colegios Maristas y Loreto por la segregación del carril bus en la calle Mestre Racional».

Los cambios que se hacen hoy se completan con el desplazamiento de la terraza de un bar a la nueva zona peatonal y la adaptación del restante estacionamiento en batería en los números pares al nuevo sentido del tráfico, con la inclusión de sendas zonas de carga y descarga en los extremos de la calle.