Grezzi volverá a dejar aparcar en el carril bus, aunque fuera del horario de la EMT

La nueva ordenanza de Movilidad prevé autorizar el estacionamiento nocturno en el carril bus en Valencia, diecisiete meses después de una prohibición total que afectó a 42 calles con el argumento de favorecer el transporte público, sobre todo las 13 líneas nocturnas de la EMT.

El documento señala que «excepcionalmente, podrá autorizarse específicamente el aparcamiento nocturno en los carriles bus-taxi, y siempre que no haya servicio de EMT durante dicho horario, mediante señal que indique los días y horas autorizados, exceptuándose, en todo caso, el espacio anexo a los puntos de recogida de residuos sólidos».

Sólo un párrafo, pero que ofrece un cambio sustancial sobre la situación actual, que provocó desde el principio las críticas de las asociaciones de hosteleros. La supresión de cientos de plazas de estacionamiento fue un duro golpe para los locales de hostelería y de ocio, al perder sus clientes la opción de aparcar a partir de las diez de la noche.

La nueva ordenanza no rectifica en su totalidad dicha situación, aunque sí la matiza. La autorización fuera del horario de la EMT supone que los conductores podrán aparcar desde las dos de la madrugada en las líneas que acaban antes hasta las siete de la mañana. En todo caso, las horas permitidas figurarán en las señales verticales. En cuanto al resto de la ciudad, la situación seguirá igual que ahora, es decir, con permiso de aparcamiento desde las diez y media de la noche hasta las siete de la mañana.

Las principales asociaciones de hosteleros han intentado que el Consistorio rectifique la decisión en vigor desde el 15 de mayo de 2017, aunque la marcha atrás no ha sido completa. Es más, con la nueva ordenanza se agravará el perjuicio a este sector al entrar en servicio las llamadas zonas verdes, calles donde sólo se permita el estacionamiento a los vecinos empadronados en barrios como el Carmen, Benimaclet o Ruzafa, entre otros.

La prohibición de parking en el carril bus generó un amplio debate sobre la falta de aparcamientos públicos. Este mandato, el único que entrará en servicio será el de la plaza Ciudad de Brujas al tratarse de una iniciativa heredada del gobierno municipal anterior.

La ordenanza está en fase de borrador, aunque señala con detalle cuestiones como los lugares autorizados para el estacionamiento de autobuses discrecionales, dedicados principalmente al transporte de turistas y escolares. Hasta media docena de sitios se señalan para este cometido, tanto en el centro como en la periferia.

Entre los primeros están las calles Blanquerías, Guillem de Castro (junto a la ermita de Santa Lucía) y Guadalaviar (enfrente de las torres de Serranos). También la avenida Profesor López Piñero, frente a l'Hemisfèric, la calle Antonio Ferrandis y, por último, la calle Eduardo Primo Yúfera, a la altura de l'Oceanogràfic. Estas modificaciones nacen en buena medida de las reivindicaciones de los comerciantes del centro, que habían pedido un mejor reparto de las paradas.

Respecto al borrador de la ordenanza, el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés avanzó ayer que presentará una moción en la próxima comisión informativa para que el documento a votar «cumpla escrupulosamente la normativa estatal. Hay artículos que ponen en peligro a todo el mundo», destacó, para citar como ejemplo la opción que se ofrece a los ciclistas de que se salten el semáforo en rojo para girar a la derecha o incorporarse a una calle peatonal o un carril bici.

«Hay sentencias de accidentes de tráfico que han fallado en contra de este tipo de medidas», insistió Estellés, para quien «hay bloques de artículos muy confusos, o que ponen en peligro a todo el mundo». Destacó también el agravio que se produce entre patinetes y bicicletas en algunos apartados como el uso obligatorio de casco, entre otros.