Grezzi mantiene la tutela de la reforma de la Alameda en su pulso con Gómez

En este pulso particular entre los dos partidos que se personaliza entre la vicealcaldesa Sandra Gómez y el edil Giuseppe Grezzi ya han aparecido antecedentes suficientes como la remodelación de la avenida Ausiàs March, el llamado bulevar cultural en el que se quiere transformar Guillem de Castro o la misma plaza del Ayuntamiento, donde todavía está por ver que la deje de cruzar de norte a sur un carril bus como ahora.

Ahora llega el paseo de la Alameda, un proyecto retrasado por la pandemia pero que vuelve de nuevo a estar encima de la mesa. La comisión de Patrimonio ya ha dictaminado los requisitos para la construcción del carril ciclista, una obra de 300.000 euros que se adelantará entre otras razones por esta sujeta a unas ayudas europeas que deberán devolverse si todo no está acabado a finales de 2023.

«La remodelación completa del paseo de la Alameda es un proyecto a medio-largo plazo, ideada y adjunta a este proyecto por voluntad e iniciativa de la concejalía de Movilidad Sostenible. El trazado del carril bici que plantea el proyecto es compatible con cualquier remodelación futura del paseo», se señala en la contestación al edil Narciso Estellés.

La reforma del paseo saldrá de un concurso de ideas, al igual que la nueva plaza del Ayuntamiento, aunque sobre el papel debe estar tutelada por la concejalía de Desarrollo Urbano, en manos del grupo socialista. Por el contrario, la contestación de Grezzi señala el mismo camino que el tomado con el bulevar García Lorca presentado recientemente, con una planta viaria de Movilidad que resume prácticamente lo que será el nuevo barrio.

«Todo esto nos aboca a un nuevo episodio de guerra entre socios de gobierno, máxime cuando en enero de 2021, Desarrollo Urbano ya afirmó por escrito que las obras de reurbanización serán competencia suya», dijo Estellés sobre este asunto.

En su opinión, Grezzi va a hacer un carril bici apremiado por los plazos de la ayuda económica dada de 147.500 euros por la Unión Europea. «No acabar perdiendo esta financiación externa condiciona que se tenga que poner un carril bici mucho antes de cualquier otra reforma».

Para Estellés, esos 147.500 euros son la «excusa» para que urbanísticamente a Grezzi le dé igual la mayor o menor compatibilidad del carril bici con la futura reforma de la Alameda. «Le trae sin cuidado lo que se opine en el concurso de ideas y lo que se construya después». El carril ciclista irá por la parte derecha del vial de servicio del paseo. El edil de la formación naranja dijo por último que en Valencia «se sigue haciendo el urbanismo que marca Grezzi y Compromís, en una transformación caótica cuyo último exponente es la 'zona cero' de Ciutat Vella».