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Un niños pasa por el llamado «agujero de la vergüenza» de la calle Agustín Lara. txema rodríguez
Grito de auxilio del barrio de Orriols

Grito de auxilio del barrio de Orriols

Los vecinos reclaman al Consell que se implique en el rescate de la zona. Puig designa a Illueca como interlocutor ante las demandas de ayudas al comercio, servicios sociales y compra de viviendas para alquiler

P. MORENO

Domingo, 9 de enero 2022, 00:31

Será el vicepresidente Héctor Illueca la voz que represente al Consell en el barrio de Orriols. Esa es la respuesta que ha tenido la asociación Orriols en Lucha a la carta enviada al presidente Puig donde se reivindica que la Administración autonómica se implique en la recuperación de esta parte de la ciudad.

La misiva fue enviada el día 3 tanto a Puig como a la vicepresidenta Oltra, que todavía no ha contestado, según indicó este sábado la portavoz de la asociación Orriols en Lucha, Mari Carmen Tarín. En el documento se habla de las reuniones mantenidas con el Ayuntamiento desde hace meses, pero también de su incapacidad sin más ayuda para poner freno a la degradación del barrio por el aumento de la delincuencia y las ocupaciones ilegales.

Así, se habla en la carta de la «renovación urbanística para que Orriols no derive a un gueto», así como que en lugar de viviendas sociales se promueva la oferta pública de pisos de alquiler asequible para familias jóvenes.

Orriols en Lucha ha convocado dos protestas este mes para mantener las exigencias de mejoras en esta parte de Valencia

También más recursos policiales para «acabar con la delincuencia y el narcotráfico», junto con ayudas al comercio local para evitar los cierres continuos y controles de las subvenciones de servicios sociales. «Orriols ha sufrido durante muchos años el abandono institucional, necesitamos ahora el compromiso y medidas valientes», para acabar pidiendo una entrevista personal.

Tarín comentó este sábado a LAS PROVINCIAS que esperan la llamada de una nueva reunión de las concejalías este mes para comprobar los avances del Ayuntamiento. Lo más visible para los vecinos es el aumento de la limpieza de las calles, comentó, aunque la falta de civismo hace que muchas veces sea inútil.

En dos aspectos quieren saber los residentes plazos concretos, como son el PAI de la calle Agustín Lara, el llamado agujero de la vergüenza. «Lo último que nos dijo la vicealcaldesa Sandra Gómez es que había un problema con la propiedad de algunos solares», señaló. Se trata de una actuación que permitirá la apertura de una calle, un jardín y un edificio de viviendas. Ahora, los viandantes deben pasar de una calle a otra atravesando literalmente un muro por un agujero.

Otro de los asuntos donde quieren incidir es la supermanzana, un grupo de calles del barrio que serán de preferencia peatonal. Pero la cuestión de fondo sigue siendo el centenar de viviendas ocupadas ilegalmente convertidas los últimos años en un foco de delincuencia.

La concejalía de Protección Ciudadana se encarga de la gestión con los propietarios, en su mayor parte bancos, para que denuncien las ocupaciones a la Fiscalía. De momento no se ha producido ningún acuerdo, mientras las escenas de reyertas, robos, tráfico de drogas y todo tipo de incidentes se producen tanto de día como de noche.

«La presencia policial ha aumentado, pero no es suficiente», dice Tarín, al recordar que se han convocado sendas concentraciones de vecinos los días 20 y 26, esta última en el cruce de las calles Padre Viñas y San Juan de la Peña, la «zona cero» de Orriols.

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