Catalá no se fía de Vox

Así las cosas, Catalá se irá de vacaciones todo el mes de agosto. Cuando el alcalde o la alcaldesa se van de días libres, dejan a alguien al cargo de la alcaldía de forma temporal para firmar los decretos que haya que firmar. Aunque obviamente están comunicados (aunque eso depende de la desconexión digital que se marque la alcaldesa), el alcalde de verano tiene la responsabilidad de hacer que la ciudad funcione a nivel administrativo y también a nivel representativo. Lo tradicional, así lo hacía Joan Ribó en los 8 años en que fue alcalde, es que las alcaldías accidentales o veraniegas se distribuyan entre todos los partidos de la coalición.

Sin embargo, Catalá ha cambiado esta tendencia. En la semana del 1 al 14 de agosto, la alcaldesa accidental será Julia Climent, la tercera teniente de alcalde y una de las mujeres de la máxima confianza de Catalá. Del 15 al 22, el cargo lo ocupará el concejal de Urbanismo, y cuarto teniente de alcalde, Juan Giner, mientras que del 23 al 31 quedará al mando de la ciudad la primera teniente de alcalde, María José Ferrer San Segundo, la mano derecha de la alcaldesa. Queda fuera de esta delegación de funciones tanto Juanma Badenas, segundo teniente de alcalde, como el resto de concejales de Vox.

«Delegar la alcaldía es una cuestión muy personal de la alcaldesa», ha asegurado Catalá este viernes en la visita a las playas del Saler, donde ha estado la concejala de Playas, Mónica Gil, de Vox, para quien la primera edil ha tenido palabras de cariño: «Es una trabajadora incansable y gracias a ella y a la coordinación con Juan Carlos Caballero hemos podido abrir las playas». Sin embargo, lo cierto es que la relación entre Vox y PP ha vivido mejores tiempos. Después de la decisión de Santiago Abascal de romper todos los gobiernos autonómicos donde estuvieran gobernando con el PP por la cuestión de la acogida a menores migrantes, en el Ayuntamiento de Valencia, que se ha convertido en la mayor institución gobernada en coalición de toda España, la relación es cuanto menos tirante. Como muestra, un botón: Vox se quedó solo en el tema del Nou Mestalla, en el que Catalá buscó el apoyo de la oposición.

Al día siguiente del anuncio de Abascal, aunque Badenas y Catalá escenificaron su buena relación con besos y abrazos en el pleno, el segundo teniente de alcalde advirtió de que el pacto seguía en buen estado «mientras se cumplan los acuerdos». Ese mismo día, la alcaldesa no acudió a un homenaje a Miguel Ángel Blanco en el parque homónimo al que sí acudieron la práctica totalidad de ediles del PP. Son pequeñas muestras de distancia entre ambas formaciones, a las que les vendrá bien el verano para templar ánimos tras un fin de curso político tremendamente accidentado.

A este respecto, el grupo municipal del PSPV ha emitido un comunicado en el que su portavoz, Borja Sanjuán, tilda de «esperpéntico» el gobierno local. «Comprobamos que no se atreven a dejar ni siquiera un solo día de alcalde a Juanma Badenas, ni siquiera a otro concejal o concejal de Vox», ha puntualizado. Así, ha planteado que si María José Catalá «no se atreve a cederle la Alcaldía porque no se fía de él y no confía en que sea una persona diligente, trabajadora y responsable, cómo es posible que siga manteniendo a Vox como socio y a Juanma Badenas como el número 2 de su Gobierno». Para Sanjuán, «María José Catalá es bien consciente de que está rodeada de gente a la que no le confiaría ni las llaves de su coche».