Una historia de fiscalizaciones y desencuentros constantes

valencia. Azuzada en muchas ocasiones por la oposición en el Consistorio, la historia entre el Ayuntamiento y la Agencia Valenciana Antifraude es una de fiscalizaciones y desencuentros constantes. Los dos casos más recientes tienen que ver con los menús del servicio de comedor de los Centros Ocupacionales Municipales del curso 17-18 y con la cabalgata de Reyes. .

En el primero, el Consistorio ha rechazado las acusaciones de la agencia, que cree que se adjudicó el contrato hace tres años por un precio superior al del mercado y de forma directa. La Abogacía Municipal admite un procedimiento irregular pero que no ha supuesto quebranto para las arcas municipales. Vamos, oídos sordos a Llinares. En el segundo, la oposición ha denunciado los contratos para los autobuses que transportaron a los Reyes Magos. Además, Antifraude ha aflorado cobros indebidos de médicos forenses por irregularidades en el tanatorio municipal.

Antifraude también ha pedido contratos relacionados con la reforma de la plaza del Ayuntamiento. Las indagaciones previas del ente han motivado que amplíe la investigación a otras siete personas al hallar indicios «razonables de veracidad» en la denuncia presentada en su momento que pedía indagar en los famosos contratos menores otorgados a La Paisatgeria para la remodelación de la plaza del Ayuntamiento por la peatonalización provisional. Antifraude cree que se «puede haber dado lugar a la existencia de conductas» que afectaran al mercado mediante el acuerdo ilícito.