Los valencianos llamamos puente de la Peineta a esta obra de Santiago Calatrava cuyo auténtico nombre es Puente de la Exposición, porque conecta con el entorno así bautizado en recuerdo a la Exposición Regional de 1909. Obra de 1991-1995, muy fotogénica, ocupa el vacío dejado en ese mismo punto sobre el Turia por una antigua pasarela, derruida por la riada del 57, y enlaza la Alameda con Porta de la Mar. Su elemento diferencial consiste en el icónico arco parabólico de 14 metros de altura, que dota de identidad al conjunto pero que a menudo también eclipsa un rasgo diferencial: el alarde técnico que permite elevarse sobre dos únicos puntos de apoyo.
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Este atributo singular permite crear bajo su vientre un gran espacio recreativo, la gran plaza de que está dotado el jardín del Turia. A este aspecto alude la joven arquitecta valenciana Amparo Domínguez mientras nos guía a través de su espinazo: un paseo donde descuella el ingenio de su autor y el impacto popular que ha generado entre nosotros.
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