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Lola Soriano
Valencia
Jueves, 17 de septiembre 2020, 23:25
Los hosteleros de Neptuno y Malvarrosa encuentran un 'pero' al proyecto de creación de cordones dunares que el alcalde Joan Ribó quiere poner en las playas del Cabanyal y Malvarrosa. Ambos colectivos no quieren que los montículos de arena tapen la visión de la orilla de la playa.
Los más reticentes son los hosteleros de la asociación de Las Arenas. Como explica el portavoz, José Miguel Bielsa, «hasta la década de los 90 tuvimos dunas y lo que hizo fue que llegara más arena al paseo. Creo que ahora no aportaría nada, al revés». Opina que «la gente que pasea y la que se sienta a tomar algo, lo que quiere es ver el mar, la orilla».
Por su parte, los hosteleros de la playa de la Malvarrosa, aseguran que sí están a favor, «estará más actualizado y preparados para el cambio climático», pero añade que «eso sí hay que poner la condición de que no se impida a los visitantes la visión del mar. Es decir, las dunas no pueden suponer un obstáculo», indica José Miralles.
Reivindica «que el Ayuntamiento nos reciba porque conocemos el proyecto por los medios. Podríamos aportar experiencia». Y explican que en 2022 empezarán a construir los nuevos restaurantes, «nos gustaría asegurarnos de que no hay interferencias y se mantienen las vistas porque tendrán menos hormigón, serán de cristal y acero».
El arquitecto Miguel del Rey, uno de los redactores de este estudio, explica que las dunas «tienen que tener una altura determinada para que funcionen» pero añade que «no tapará la visión». Añade que se mantiene el paseo, «pero se recuperarán más zonas de paso, se harán caminos entre dunas, habrá árboles en el aparcamiento, zonas de sombra, mesas de picnic y áreas de descanso y lectura». También Pepe Serra, catedrático de Puertos y Costas afirma que las dunas «no pasarán de la cota 2,70 en zonas de paseo y de 2,50 en terrazas».
La cuestión es que el proyecto sólo es un estudio. En enero el vicealcalde Sergi Campillo ya fue a Costas a proponer construir juntos las dunas, y ayer, el alcalde Joan Ribó y Campillo, tuvieron una reunión de dos horas para pedirle a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, el visto bueno y financiación.
En este encuentro Ribó 'vendió' el proyecto que sigue dos años después sin cuajar de renaturalizar el nuevo cauce del río, con zonas lúdicas y verdes que unan los pueblos ribereños y que complementen al uso fluvial, una iniciativa que no había sido vista con buenos ojos por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Eso sí, arrancaron el compromiso a la ministra de una nueva reunión con la CHJ.
En esta cita, Ribó exigió que se acelere el proceso de recuperación de las playas del sur. «Hay 28 millones presupuestados, pero todavía está en tramitación. Necesitamos que se hagan ya las obras. Hay que darse prisa, antes de que vengan nuevos temporales», indicaron.
Además, están pendientes las obras de regeneración dunar de El Saler, entre el búnker y una antigua fábrica. El dinero lo aporta la Autoridad Portuaria, pero el proyecto todavía está siendo analizado por Costas y la licitación durará seis meses. Además, hay que esperar a la cría del chorlitejo patinegro y lo previsible es que no se actúe hasta septiembre de 2021. El hotel frente a la Marina, incluido en el plan del Cabanyal, no se trató, aunque Costas lo rechazó.
El alcalde Joan Ribó no sólo viajó a Madrid con proyectos de renaturalización de espacios que de momento no pasan de ser estudios, además también mostró su lado más reivindicativo y exigió una solución hídrica para la Albufera. Ribó y el vicealcalde Campillo pusieron en la mesa de la ministra de Transición Ecológica asuntos «fundamentales para resolver», según dijeron, como dar una solución definitiva a los problemas de dotación hídrica para el parque natural de la Albufera. Según dijo Campillo, «especialmente ahora, que estamos a puertas de un nuevo ciclo de planificación hidrológica que durará seis años, de 2021 a 2027. Ahora es el momento de resolver definitivamente este problema ecológico».
De hecho, Ribó cifró en 70 hectómetros cúbicos de agua la dotación ambiental necesaria para el humedal, aparte de la que se realiza actualmente. Esa es la cantidad de agua que han estimado para que la Albufera siga viva y prolifere la fauna. También para lograr un agua de calidad. De hecho se reunirán con la CHJ para hablar del tema.
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