Hosteleros del paseo Neptuno critican el trasvase de arena a El Saler antes del puente festivo

Demasiado pronto. Esa es la opinión de la asociación de hosteleros de la playa de las Arenas acerca del trasvase de 34.000 metros cúbicos de arena de la parte más próxima a la Marina iniciado estos días por la Demarcación de Costas, material que tiene como destino el litoral de la Albufera, en concreto la zona de la Garrofera.

El presidente de la entidad, José Miguel Bielsa, señaló que están a favor de la operación, aunque no con el calendario fijado. «Este puente festivo debería haber sido muy bueno. Con la pandemia sabemos que la expectativa baja mucho, aunque con la playa así que vengan clientes es mucho más difícil», dijo.

En su opinión, la intervención debería haberse retrasado hasta después del Gran Premio de Motociclismo en Cheste, un evento que se celebra el fin de semana del 6 al 8 de noviembre. «Da igual cuando se haga y por lo menos nos habría ayudado», se lamentó. El trasvase se hará con unos dos mil viajes en camiones hasta la Garrofera, entre el antiguo hotel Sidi Saler y la urbanización La Casbah, donde se ha producido una fuerte regresión.

Bielsa recordó que son los únicos hosteleros de Valencia que no han podido acogerse a la ampliación de terrazas aprobada por el Ayuntamiento para garantizar la distancia mínima entre clientes sin perder mesas y sillas. «Pedimos la ampliación en los jardines, pero nos lo negaron», señaló, de la misma manera que ocurre cada temporada con la solicitud de colocar una zona para los clientes de los restaurantes en la misma arena.

«Tenemos 300 metros hasta la orilla», comentó, para recordar que han presentado alegaciones a la segunda exposición al público del plan del Cabanyal, que de momento no han sido respondidas. El Ayuntamiento se ha mostrado receptivo con la reordenación del tráfico del paseo de Neptuno, con la eliminación de plazas de estacionamiento en favor de más espacios peatonales. También en hacer algo similar con la calle Doctor Marcos Sopena, por donde salen ahora los camiones cargados de arena, además de la eliminación de una parte de la valla que delimita la Marina.

Igual de importante es la modificación de los usos de la manzana donde se concentran la mayor parte de los negocios, entre Marcos Sopena y el hotel de las Arenas. «La calificación actual impide el desarrollo de comercios y las tiendas que han abierto han tenido que incorporar pequeñas cafeterías», destacó. El Consistorio ha incluido en el plan del Cabanyal una propuesta de remodelación del paseo marítimo, que debe acordar con el Ministerio de Transición Ecológica. La asociación apoya la reforma para acabar con las «islas de calor» de la zona peatonal, aunque sin tapar las vistas del mar con cordones dunares.