Un autobús de la EMT este jueves en Valencia con el cartel de 'Servicio mínimo'. Damián Torres

Huelga en la EMT: «Es la primera vez que llego tarde al trabajo»

Los autobuses alcanzan las paradas hasta con medía hora de retraso ante el enfado y la incredulidad de los pasajeros

Jueves, 18 de mayo 2023, 10:52

Hora punta. Las 8 de la mañana. El minutero avanza, pero no llega ningún autobús a la parada de Ángel Guimerà. Pasan por la zona varios autobuses que ya llevan el cartel de completo. Una mujer mira desesperada el reloj: «Ya voy a llegar tarde». ... La EMT y MetroValencia estaban este jueves de huelga. En el caso de los autobuses, de 24 horas, mientras que en el del metro, únicamente durante una determinada franja horaria por la mañana, de 9.30 a 11.15 horas.

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La huelga estaba convocada por CGT en nombre de la Plataforma por la Jubilación a los 60 años de la Asociación de Profesionales de Transporte de Personas y Mercancías (Aptpm). La reivindicación de los trabajadores es poder jubilarse a los 60 años, como ocurre con otros profesionales.

Los viajeros comienzan a hablar. «¿Se saltan las paradas? Todos llevan el cartel de servicios mínimos. ¿Eso qué quiere decir?» Tras más de media hora de espera cuando de normal esta línea tiene una frecuencia de 14 minutos, llega el ansiado bus.

Damián Torres

Dos pasajeras comentan que a ellas también les ha perjudicado la huelga. «De normal siempre llego diez minutos antes de mi hora de entrada. Ahora ya voy con un cuarto de hora de retraso… y lo que me queda», comenta la mujer de mediana edad.

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Ambas están asustadas de las consecuencias que pueda tener para ellas que la EMT trabaje con servicios mínimos. «Una amiga ha llegado media hora tarde por la huelga y ya le han dicho que lo tendrá que recuperar a la salida… Seguramente me pase lo mismo», dice mientras suspira desanimada. Las paradas se colapsan de usuarios llenos de dudas, de impaciencia y sobre todo, de miedo de cómo les va a afectar la huelga en su jornada laboral.

Una de las usuarias ha estado esperando una hora para que llegara el autobús desde su pueblo hasta Valencia. De normal, llega cada 10 minutos. Pero con la huelga, la espera se le ha hecho eterna. «He salido con varias horas de antelación porque me imaginé que esto podía pasar y tengo que llegar al médico a las 12:30», cuenta mientras espera el metro en la parada de Ángel Guimerá. El trayecto que suele costarle realizar un poco más de una hora se ha alargado hasta a tres.

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Por su pueblo ni siquiera pasaban los autobuses con la señal de «fuera de servicio» o «completo». Durante una hora, la mujer sólo ha podido confiar en que al final llegaría el bus y podría llegar a tiempo a su cita médica. Sonríe aliviada cuando ve llegar el metro al que tiene que subirse. Le ha costado prácticamente toda la mañana poder llegar a su destino. Pero por fin ha llegado el momento.

Rocío y Desirée están sentadas en los bancos del andén de MetroValencia. Hace más de 20 minutos que están allí. «No paran de pasar trenes fuera de servicio», dicen desesperadas. Sus hijos las están esperando en la puerta del colegio y, probablemente, lleguen tarde para recogerlos. «Puedo entender que quieran protestar pero nos perjudican a todos los demás. ¡Siempre están de huelga!», dice Rocío desesperada.

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Para matar los nervios, la mujer de 29 años ha comprado unos aperitivos en la máquina expendedora. «Son carísimos. Ya podrían bajarles el precio si te hacen esperar aquí tanto tiempo», dice indignada. Aunque la huelga de MetroValencia haya sido más breve que la de la EMT, con servicios mínimos entre las 9.30 a 11.15 horas en lugar de extenderse a todo el día, también ha afectado gravemente a los pasajeros.

Son las 11.20 h. y Rocío y Desirée todavía no han podido emprender el camino para ir a por sus niños a Manises. Se desesperan cada vez que ven pasar un tren fuera de servicio. «Yo no tenía ni idea de que estaban de huelga y ya deberíamos haber llegado al colegio», cuenta Desirée preocupada. Por fin, ambas consiguen subir al transporte público. Cuando tienes prisa, veinte minutos pueden parecer una eternidad.

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Entre los usuarios agobiados por los largos tiempos de espera también está Natalia. Tiene 41 años y mantiene una expresión sería. Tiene la mirada fija en su teléfono móvil para tratar de combatir el aburrimiento. «Ya llevo aquí un cuarto de hora. No paran de llegar trenes con la señal de 'sin servicio'», cuenta la pasajera. No es una usuaria habitual de MetroValencia. Hoy ha acudido a este servicio por necesidad. «¡Menudo día para coger el transporte público!», dice entre risas. La huelga no le afecta de manera personal. Ha salido de su casa con tiempo de sobra, pero no todos tienen la misma cautela.

Una hora más tarde del colapso en MetroValencia, los trabajadores que cargaban con pancartas de CGT han pasado manifestándose por la Plaza de Toros de Valencia. En nombre de la Plataforma por la Jubilación a los 60 años de la Asociación de Profesionales de Transporte de Personas y Mercancías (Aptpm) piden con sus movilizaciones poder retirarse a la misma edad que otros profesionales del transporte.

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