Sorpresa y desagradable la que se llevó el pasado sábado la operaria que abrió el Parque Central, al encontrarse quemada la mayor parte de la cubierta de la pérgola principal, colocada hace meses para ofrecer algo de sombra a los viandantes a la espera de que crezca la enredadera por la estructura metálica.
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Las reparaciones tendrán un coste aproximado de 15.000 euros, destacó ayer el concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, al relatar el incidente. El descubrimiento sucedió a las siete de la mañana, cuando se abren las puertas de la primera fase, la única construida, del futuro gran parque urbano del centro.
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De un extremo al otro, todo el brezo que hacía de cubierta había sido quemado y, con él, las plantas trepadoras que comenzaban a cubrir la superficie. Los jardineros tendrán que empezar de cero con la plantación de más ejemplares.
La misma operaria descubrió restos de botellas y suciedad debida, al parecer, a un botellón realizado dentro del recinto cerrado del parque. Hasta ahora, los actos de vandalismo se habían producido en las ventanas de la nave más grande, destinada a un polideportivo y todavía vacía. Buena parte de los cristales de una de las fachadas están destrozados a pedradas.
La pérgola fue cubierta con brezo en agosto del 2019. Los trabajos los realizaron los operarios del Organismo de Parques y Jardines con un coste de 14.635 euros. En total, se cubrieron con brezo 1.200 metros cuadrados. La estructura no se ha visto afectada por el incidente por fortuna, mientras que las reparaciones comenzarán de inmediato.
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