Podría ser de otra manera, aunque con palabras siempre es complicado explicar todo lo que representa el jardín del Turia, uno de los parques más singulares de España nacido en la cesión del viejo cauce por parte de la Corona en 1976. Hoy se celebra el 35 aniversario de la apertura de los primeros tramos al público, a la altura del Palau de la Música y entre los barrios de Campanar y Nou Moles. Y como es difícil abarcar todo, nada mejor que centrarse en las cifras de una zona verde que supone una quinta parte de todos los jardines de Valencia. O que sólo por el circuito de running pasaran en 2021 algo más de 774.000 personas, lo que se acerca mucho a la población total de la ciudad.
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Pero todavía queda mucho para que el viejo cauce pueda considerarse completo. El Ayuntamiento acaba de lanzar un concurso de ideas para el proyecto del parque de Desembocadura, entre la Ciudad de las Ciencias y el puerto. Un 'obrón' que supondrá unos 35 millones de euros de inversión y que se ha dividido en dos fases. La primera es la que se hará con seguridad, dado que la Autoridad Portuaria financia la mayor parte de los 15 millones que costará ajardinar desde el puente de Astilleros hasta los muelles. La segunda está más si cabe sin plazos, debido a que depende del desarrollo del nuevo barrio del Grao y de la prolongación del túnel de Serrería, de tal manera que desaparezca el puente ferroviario. Dos aspectos que a día de hoy no están en el calendario.
Hasta que suceda eso, la gran asignatura pendiente seguirá siendo la rehabilitación de los cinco puentes históricos, que en la mayoría de los casos presentan preocupantes manchas de humedad y abundancia de matorrales entre los sillares.
El jardín del Turia combina desde el principio multitud de usos, por lo que se puede hablar con detalle de sus 18 puentes, algunos de bajo coste y más sencillos y otros de alta gama como los 34 millones que costó L'Assut de l'Or junto al Ágora. También de las actividades deportivas o de las zonas para las mascotas. De las primeras, sorprende que en ocasiones se produzcan auténticos «atascos» en los carriles habilitados, una auténtica autopista peatonal donde hay que mirar a ambos lados para evitar un atropello. Igual ocurre con los ciclistas, donde se mezclan los usos deportivos con los que utilizan el viejo cauce como un carril bici más. En mucho tramos hay hasta cuatro itinerarios en paralelo, dos en la zona verde y otros tantos en las marginales, aunque el Consistorio no considera a los dos primeros como parte de la red habitual, con la anchura y formato que toda. Se trata de un argumento como otro cualquiera para defender de las críticas por la concentración de rutas ciclistas.
Y en el apartado de proyectos, merece recordar algunos fallidos como las carreteras que quisieron construirse en los 70, felizmente abortadas por un movimiento vecinal, además de un tren o un teleférico, por citar otras dos infraestructuras que felizmente quedaron en el limbo. El proyecto de Bofill que se celebra con este aniversario queda lejos de lo que finalmente ha sido el viejo cauce y lo que será con los tramos que faltan por acometer, aunque se celebrará en otro cumpleaños de Valencia.
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1976 - Decreto de cesión El Rey Juan Carlos I firma gracias a la labor de Federico Trenor el documento que entrega la propiedad a la ciudad de Valencia.
1979 - Primer concurso de ideas El alcalde Miguel Ramón Izquierdo convoca el primer concurso para elegir diseño. Hay dos propuestas, pero se declara desierto.
1981 - Bofill entra en escena El Ayuntamiento contrata a Ricardo Bofill, que entrega los primeros dibujos de lo que un proyecto que costó 12 millones de pesetas.
1982 - La maqueta llega a la Lonja Los vecinos pueden conocer la propuesta del arquitecto catalán gracias a una serie de maquetas de madera en el Salón Columnario.
1986 - Inicio de las primeras obras Empiezan los trabajos en los primeros tramos decididos, junto al Palau de la Música y aguas arriba entre Campanar y Nou Moles.
1987 - Apertura al público El 5 de junio se estrenan el tramo de Ricardo Bofill, junto al auditorio, además del firmado por Vetges-Tu y el dedicado a la pista de atletismo.
1990 - El Gulliver aterriza Encajonado entre dos puentes, el gigantesco juego infantil se abre al público y se convierte enseguida en otro icono del jardín del Turia.
1995 - Primera estación de metro Bajo el puente de la Exposición, entra en servicio la estación de metro de la Alameda, obra también del arquitecto Santiago Calatrava.
2003 - Los tramos más modernos El empujón casi definitivo para alcanzar el mar llega con la construcción de los tramos de la Ciudad de las Ciencias.
2004 - El parque de Cabecera Un gran lago, una colina y un bosque forman el tramo de mayor superficie, que hacen del viejo cauce un parque metropolitano.
2012 - El pont de Fusta Hasta la fecha es el último puente construido sobre el jardín del Turia. Sirvió para peatonalizar el histórico de Serranos, justo al lado.
2015 - Primer circuito de running Desde el puente 9 d'Octubre y hasta el del Ángel Custodio discurre una pista para corredores costeada por la Fundación Trinidad Alfonso.
29 cámaras de vigilancia y cinco postes SOS desde la estación de autobuses al Oceanogràfic.
17 personas entre agentes y mandos trabajan en el retén de la Policía Local en el parque de Cabecera.
123 hectáreas tiene de superficie el jardín del Turia, la quinta parte de las zonas verdes de Valencia.
8 kilómetros de longitud lo convierten en un parque único por su fisonomía y capacidad de conexiones
8 millones de euros el año es el presupuesto de mantenimiento de las zonas verdes y el parque Gulliver.
92 operarios, sin contar el personal de oficina, son los encargados de cuidar la jardinería del cauce.
12 instalaciones sirven para dependencias y almacenes del material y productos destinados al jardín.
6 lavabos públicos, algunos de reciente construcción, sirven para los visitantes que bajan cada día.
1 centro, Naturia, es el principal recinto para difundir la cultura ambiental que escenifica el cauce.
18 puentes hay repartidos por todo el jardín del Turia. Destacan cinco protegidos por su valor histórico.
20 esculturas de varios autores se reparten en los tramos, sobre todo junto a la Ciudad de las Ciencias.
8 mil metros es la longitud de todas las tuberías de la red de agua potable que da servicio al cauce.
60 fuentes bebedero hay repartidas por todos los tramos para ofrecer agua potable al público.
10 mil metros de tuberías de agua de la red de baja presión para riego y baldeo discurren por el jardín.
10 pozos abastecen caudal de riego de los jardines con 16 millones de metros cúbicos de agua al año.
2 campos, uno de rugby y otro de béisbol, marcan la oferta deportiva más alternativa en el jardín.
4 campos de fútbol responden a la mayor demanda de clubes en estos momentos en Valencia.
262 mil personas pasan cada año por el estadio de atletismo situado a la altura del paseo de la Pechina.
27 clubes de Valencia utilizan las instalaciones deportivas, en su mayor parte de atletismo y fútbol.
774 mil usos sumó el carril de running en 2021, que mide 5,7 kilómetros y cuenta con iluminación.
31 mil metros cuadrados ocupa la pista de atletismo, el mayor recinto deportivo del jardín del Turia.
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