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Valencia
Viernes, 12 de julio 2019, 12:55
Las negociaciones del Pacto del Rialto se han extendido durante más de un mes desde que comenzaran las reuniones el pasado 7 de junio. En este tiempo los desencuentros han sido numerosos, pero también lo fueron antes de esa fecha. El hecho de que Ribó dejara a Gómez en el último lugar para las primeras entrevistas con los grupos tras las elecciones no sentó nada bien en el PSPV, que optaron por tensar la cuerda y no presentarse a la cita.
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Limadas las primeras asperezas, la lucha de egos continuó tras las primeras reuniones. El encuentro del pasado día 2 de julio terminó con Sandra Gómez pidiendo «sinceridad, confianza y lealtad» a Compromís y con la formación econacionalista recordando al PSPV sus cesiones en forma de la renuncia a la figura de los coordinadores de área que supervisarían a los ediles.
Ni PSPV ni Compromís quieren ceder un ápice de visibilidad, de ahí que las reuniones y las negociaciones terminen con comunicados cruzados en los que cada uno recuerdan sus cesiones pero en realidad hacen pocas concesiones. Uno de los principales escollos que existen, según parece, es que desde Compromís se niegan a dar la vicealcaldía a Gómez y aseguran que el puesto no tiene encaje legal en el Consistorio. Desde el PSPV apelaban a un acuerdo previo y a una reedición del Botánico en el Consistorio, lo que terminó en un cruce de acusaciones de deslealtad.
A pesar de que parece que ninguno estuviera dispuesto a ceder, desde ambos partidos han tratado de mostrar una imagen afable de colaboración, como ocurrió el jueves en un acto cultural en el Salón de Cristal del Consistorio. Ribó aseguró que «por supuesto que hay esperanzas» de llegar a un pacto antes del pleno, mientras que Gómez precisó que la esperanza «es lo último que se pierde». Al día siguiente fue la reunión de portavoces previa al pleno de organización del día 17 y tras ese acto Gómez ni siquiera atendió a los medios de comunicación.
Ayer, los equipos negociadores volvieron a reunirse y, de nuevo, volvieron a los pasillos del consistorio los rostros serios. El planteamiento de Ribó fue ofrecer alguna macroárea con importante peso específico al PSPV, y ahora mismo en manos de Compromís, a cambio de que la socialista Sandra Gómez renuncie a su principal caballo de batalla: la vicealcaldía. Desde esta mañana han continuado las reuniones previstas para lograr que este acuerdo se acabe fraguando, como finalmente ha ocurrido pasado el mediodía. De esta forma, serán dos las vicealcaldías y nueve las áreas de gobierno que .
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