La limpieza del colector acaba con un tapón de 6.050 toneladas de desechos

Diez millones de euros y 6.050 toneladas después, el Ayuntamiento dio ayer por terminadas las tareas de limpieza del colector norte, dando así carpetazo a la que ha sido con total seguridad la eliminación del mayor colapso de residuos en una red de alcantarillado en toda España. Las toallitas higiénicas que se tiran por el wáter son las principales responsables, aunque también la falta de mantenimiento de un recinto donde se han extraído residuos de todo tipo.

El concejal del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, manifestó que con esta actuación «se ha constatado la necesidad de reparaciones y mejoras que tiene un sistema que está en servicio más de 40 años». El Consistorio ha propuesto al Banco Europeo de Inversiones financiación para realizar obras por valor de 165 millones, entre las que se encuentran mejoras en el colector.

Fuentes de dicha delegación señalaron que todavía quedará una parte del colector por limpiar, aunque en una zona competencia de la Epsar, la entidad de la Generalitat que gestiona la planta depuradora de Pinedo. Desde que empezó la retirada de desechos en mayo de 2017, se ha limpiado la totalidad del tramo I, en sus secciones de aguas residuales y pluviales (842 metros cada una), el tramo II (200 metros), y parcialmente el tramo O y el tramo III (desde el centro comercial El Saler a Cano de la Molinera, con 1.108 metros, conductos que se integran en una red cuya longitud total supera los 7.800 metros.

En los últimos años se han realizado varias campañas de concienciación ciudadana, con el propósito de que las toallitas no acaben en el wáter sino en el cubo de la basura. Pese a que se publicitan como productos biodegradables, la realidad es que atascan con relativa facilitad la red de alcantarillado. La limpieza se ha realizado por personal especializado en trabajos en lugares cerrados, con uniformes que los mantenían totalmente a salvo de las bacterias y gases.

Este colector recoge el saneamiento de gran parte de la zona norte de la ciudad (Torrefiel, Benicalap, Zaidía, Morvedre, Orriols, Mestalla, Benimaclet, Exposición, Algirós, etc...) y la zona situada al sur del viejo cauce del río Turia (Pla del Remei, Gran Vía, Ruzafa, Montolivete), así como, gran parte de Ciutat Vella. Todas las aguas negras generadas en esos barrios son conducidas a la planta de Pinedo, de forma continua y sin posibilidad de interrupción.

El Tramo I es un colector visitable mixto de pluviales y residuales que discurre bajo el cauce viejo en su margen derecho, existiendo a la altura de la avenida de la Plata un arquetón que separa las aguas residuales de las pluviales mediante una caída situada en la propia sección.

A finales de febrero de 2017 se detectó que el agua residual circulaba por la sección visitable destinada a aguas pluviales, existiendo a lo largo de la primera algún impedimento que impedía el paso de agua, con riesgo de vertido de agua fecal al cauce, lo que ha sucedido cada vez que hay lluvias torrenciales. Entonces se aprobó la declaración de emergencia para el desarrollo de los trabajos de limpieza.