Quienes cuentan la historia oculta de Valencia, esa que se relata en recorridos turísticos por el centro y que habla del fantasma del Palau de la Generalitat, tendrá que añadir un nuevo protagonista: la C-1. Ironizamos, claro, pero no demasiado, porque el uso de ... la línea de la EMT que hace el anillo interior y que hasta hace poco era la única que entraba a la plaza del Ayuntamiento ha caído desde diciembre. Tanto es así que la empresa ya estudia su viabilidad.
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Cuando el anterior equipo de gobierno la creó tenía sentido. Era la única línea que accedía a la plaza del Ayuntamiento y, además, permitía unir de forma rápida Porta de la Mar con Lluís Vives, lo que era clave para el sistema de red de transbordos que tenía en mente el expresidete de la empresa Giuseppe Grezzi. Sin embargo, en diciembre, el Ayuntamiento decidió la vuelta de siete líneas a la plaza, lo que implicó que la C-1 ya no era la única que entraba al corazón mismo de la ciudad.
Ya el primer día de funcionamiento de las nuevas paradas en la plaza del Ayuntamiento se detectó la caída de la C-1, pero los dirigente de la EMT han querido darle tiempo a ver si se recupera. Al fin y al cabo, además de esa labor de atravesar la plaza y obviar, por tanto, Colón, la C-1 mantiene el recorrido de la antigua línea 5, la circular que rodeaba Ciutat Vella, un trayecto que miles de personas necesitan todos los días para ir a trabajar, a estudiar o a casa. Pero el paso del tiempo no ha sido magnánimo con la C-1.
Este diario pudo comprobar, este mismo jueves, que en algunas paradas apenas suben dos o tres personas. Muchos de ellos, turistas. De hecho, uno de cada cinco usuarios de la EMT es extranjero. Eso no tiene nada de malo, por supuesto, dado que el servicio público está para todos independientemente de donde vengan, pero el trayecto parece estar viviendo sus últimos tiempos. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, desde Correo Viejo ya estudian su viabilidad. No se descarta, por tanto, eliminarla, pero las remodelaciones de la red son cosa compleja y con una tan reciente como la que se hizo el pasado mes de diciembre parece poco probable que se elimine la C-1 al menos hasta después de verano.
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La racionalización de los medios de que dispone la EMT es el mantra que mueve a los mandos operaciones de Correo Viejo y San Isidro. Bien lo sabe Grezzi, que este jueves denunció el uso de autobuses como servicio especial para cruceristas. Asegura el edil que así se empeora el servicio en el resto de la red. Fuentes de la EMT han explicado que este tipo de trayectos se hacen siempre que hay acontecimientos que van a concretar a mucha gente, como por ejemplo, sí, la llegada de uno o varios cruceros. «Siempre se ha hecho así», aseguran. Los técnicos de la EMT sacan los vehículos de las líneas con menos demanda, tres o cuatro como mucho, para estos servicios especiales, y lo hacen en las horas con menos demanda y, sobre todo, si no hay completos en la línea de origen.
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