Aarón Cano: «No llegaremos a los 2.000 agentes que pide el comisario jefe antes de 2023»

-El Día de la Policía Local el comisario jefe, José Vicente Herrera, dijo que sería deseable que el Cuerpo llegara a los 2.000 agentes. ¿Es posible antes de 2023?

-No. Tenemos una Relación de Puestos de Trabajo de 1.900. 1.450 son la plantilla y ahí sumaremos 234 y luego la suma de las OPE de 2021 y 2022. Eso dejará la plantilla en unos 1.700. Nos preguntamos si es suficiente y creemos que no. ¿Cuántos hacen falta? ¿400, 500? ¿Con conocimiento de lenguas de la Unión Europea? ¿De lenguas de fuera? No estamos en la sociedad de 1990 y estamos con una estructura propia de la Policía de los años 90.

-¿Diría que Valencia es una ciudad insegura?

-Valencia es una ciudad segura.

-¿Miente el Ministerio de Interior?

-No digo que mienta.

-¿Y cómo explica el aumento de un 4,57% con respecto a 2019?

-Porque se refiere a otros delitos. Conducir bebido al volante es un delito pero no impacta contra la seguridad ciudadana. Se ha incrementado la caja de otros delitos, los que indica el Ministerio referidos contra la seguridad ciudadana y que más impactan en una visión subjetiva de la seguridad, que son los hurtos, las sustracciones de vehículos, los robos en domicilios... se han reducido con respecto a 2016 ó 2017.

-El dato de las agresiones sexuales, que han crecido un 14% en dos años, es terrorífico.

-Son los que nos preocupan. La ciudad de Valencia no es un paraíso terrenal. Estamos verdaderamente preocupados con esto. No podemos tolerar que haya 39 agresiones sexuales en la ciudad. Me sé los datos. No son números que esta delegación ni cualquiera que haya antes pueda asumir. Y ahí está pasando algo.

-Ha sido claro diciendo que Valencia es una ciudad segura. Le concreto. ¿Es una ciudad segura para las mujeres? ¿Es una ciudad segura para las mujeres por la noche?

-(Silencio). Debería serlo más, pero no sólo Valencia. Me preocuparía si el problema fuera sólo aquí.

-Pero aquí lo tenemos.

-Sí, sí, no es que no esté asumiendo la responsabilidad. Me preocupa lo que está pasando aquí porque está pasando también en el resto de España. Creo que hay determinados discursos que impactan directamente contra la conciencia de la gente.

-¿Valencia es una ciudad segura para las personas LGTB? Este mes hemos tenido, al menos, dos agresiones, una en un autobús de la EMT y otra a dos artistas falleros en la plaza del Pilar.

-Sí, lo es, pero debería serlo más.

-Los vecinos de Orriols han protestado tanto que han tenido que organizar un dispositivo especial entre ustedes y la Policía Nacional. ¿Qué frutos ha dado por ahora?

-El dispositivo sigue trabajando mañana, tarde y noche. Es mucho más complejo que el de otras zonas de la ciudad. Se han juntado muchas cosas: hay partes de la digestión de la burbuja inmobiliaria con tantos piso vacíos que han sido un reclamo para usurpaciones. Es lo que estamos tratando de trabajar y desactivar. También abordamos el tema de la limpieza dentro de las comunidades, generamos nuevos encuentros en la calle con las entidades sociales... Orriols necesita un plan de revitalización.

-¿Cómo va la negociación con los bancos?

-Hemos recibido algunas respuestas a las cartas, unas son positivas y otras negativas. Dicen que no son de su propiedad pero la información que nosotros tenemos en el Ayuntamiento con el Impuesto de Bienes Inmuebles dicen que son de su propiedad. La SAREB ya tiene comunicadas las viviendas que son suyas y están usurpadas. No esperábamos que esto fuera rápido ni fácil.

-¿Qué pasa en la Malvarrosa?

-No tiene nada que ver. El diagnóstico de la Malvarrosa es mucho más nuclear, está en torno a las Casitas Rosa. Estamos haciendo un trabajo ímprobo que dura las 24 horas. Hay dos tipos de delincuencia. El primero es el de la gente que vende drogas, y lo sabemos, en las Casitas Rosa. El segundo son los problemas de los consumidores que son quienes generan mayor impacto con la seguridad.

-¿Ya sabe a qué se van a dedicar los 57 nuevos agentes que están a punto de llegar?

-Sí, a unidades centralizadas y a reforzar sobre todo los turnos de tarde y noche.

-¿Por el botellón?

-Ha mejorado mucho. Los niveles de botellón son muy bajos. Hay que tener en cuenta que en este fenómeno no hay ni buenos ni malos. Los que están en la calle y quieren divertirse son nuestros amigos, hijos, primos, vecinos... y los que quieren descansar, también.