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La lluvia y algún problema de coordinación han sido la causa de que la reapertura de los mercadillos ambulantes en Valencia haya sido más reducida de lo esperado. El Ayuntamiento ha autorizado hoy el montaje de puestos en Algirós, el entorno del Mercado Central y las calles cercanas al mercado de Ruzafa.
José Vicente Domínguez, portavoz de la Agrupación Integral de Comerciantes sin Establecimiento, ha alertado además de que en el primer caso no se habían despejado las calles, estando llenas de vehículos estacionados cuando han aparecido los primeros vendedores.
En el caso del Mercado Central y el de Ruzafa, las paradas se sitúan en zonas peatonales o en el espacio destinado a carga y descarga en este último caso, por lo que no ha sucedido este problema. Eso sí, en el primer emplazamiento había menos puestos de lo habitual por la lluvia.
En Valencia trabajan unos 800 vendedores, según los datos que maneja Domínguez, en unos mercadillos que se celebran todos los días. El concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, dijo la semana pasada tras la Junta de Protección Civil que aumentarán las medidas de prevención de contagio por el Covid-19, aunque Domínguez indicó que carecen de más detalles al respecto.
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