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Al ritmo del «Bella ciao» con tabal y dolçaina y con consignas como «Catalá, escucha, la Malva está en lucha» o «gobierne quien gobierne, la Malva se defiende», un millar de vecinos de la Malvarrosa han salido este jueves a la calle en medio de un amplio dispositivo policial para protestar contra la degradación del barrio y la venta de droga sobre todo en las Casitas Rosas.
Ha sido una manifestación con un gran apoyo popular y con la misma fuerza reivindicativa. Sienten los residentes en la zona que el Consistorio del PP, igual que antes el de Compromís y PSPV, ha desoído sus reclamaciones. «Volvemos a recordar el 7 de octubre de hace 33 años y hoy volvemos a salir en esta lucha pero no van a poder con nosotros porque la Malva es invencible», ha comentado Pau Díaz, portavoz de la asociación vecinal.
«Esto va a peor y no parece que a nadie le importe», dice José Luis, vecino de cerca de las Casitas Rosas que ha acudido a la manifestación con sus nietos. Por la marcha también se ha dejado ver la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta. Otras entidades como la de Virgen del Carmen-Beteró habían mostrado su intención de apoyar la manifestación.
La marcha, que ha abarrotado la avenida de la Malvarrosa, ha servido para que los vecinos evidencien su intención de quedarse en el barrio. «Si algún narcotraficante se quiere ir es su problema. Nosotros somos un barrio obrero y estamos orgullosos. ¡No nos vamos!», animaba Díaz megáfono en mano.
A su paso por las Casitas Rosas ha habido algunos momentos tensos, cuando un grupo muy reducido de los vecinos se ha encarado con algunos de los habitantes de los bloques que estaban asomados a las ventanas. La marcha se ha desarrollado en medio de un ambiente festivo pero con un amplio despliegue policial, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, para evitar posibles enfrentamientos en el entorno de las Casitas Rosas.
Los vecinos exigen «un plan integral» para la Malvarrosa y son partidarios del derribo de las Casitas Rosas, tal como planteaba el PSPV y no descarta el PP, pero siempre y cuando eso no suponga la construcción de un hotel en la zona. Cabe destacar que en un solar de la Malvarrosa se está levantando una biblioteca y una residencia que algunos vecinos no terminan de ver con buenos ojos. Temen que estas obras provoquen la gentrificación del barrio: algunos residentes insisten en que parte de los problemas que se viven en la Malvarrosa tienen que ver con los apartamentos turísticos que se han creado en algunos bajos situados en determinadas calles.
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