La Malvarrosa sale de nuevo a la calle mientras sigue en el limbo el futuro de Casitas Rosa

Vecinos del barrio de la Malvarrosa han salido este jueves a la calle para protestar de nuevo por la degradación del barrio. Las 'cuatro esquinas' han sido el lugar elegido en un ciclo que tocará a su fin el próximo día 16 y que ha servido también para conmemorar estos meses las históricas manifestaciones de principios de los años 90, también por la proliferación del tráfico de drogas y su efecto pernicioso en la decadencia de toda la zona residencial.

El discurso de los vecinos no ha cambiado, según ha indicado un portavoz de la entidad vecinal. Demandan soluciones integrales, aunque agradecen el refuerzo de las patrullas policiales, que han contribuido a mejorar mucho la seguridad ciudadana.

Pero la cuestión de fondo sigue siendo qué hacer con las Casitas Rosa. Fuentes municipales han confirmado que no se ha tomado ninguna iniciativa en este sentido, descartando un mero estudio urbanístico de los inmuebles, para apuntar a que el análisis debe ir en otro sentido, por ejemplo sobre la población que vive en estos inmuebles.

La solución no será por lo tanto la misma que en Bloque Portuarios, donde la premisa era decidir si se derriban las fincas o se rehabilitan. A la vista de los costes de una reconstrucción se ha acordado con los vecinos su derribo y la construcción previa de unas viviendas de realojo. Ninguno de los dos aspectos se ha cumplido.

Desde la asociación de vecinos han insistido en que es necesario un informe técnico sobre las condiciones del inmueble. Han citado como ejemplo la presencia de cubiertas de uralita en las terrazas, un material «altamente contaminante» cuando se rompe al tener partículas cancerígenas.

A partir del día 16 se abrirá un nuevo ciclo de actividades, todavía por decidir por una asamblea vecinal. La concentración de este jueves ha servido para dar cuenta de las última reuniones de la asociación, con representantes de la Conselleria de Vivienda y también con la Delegación del Gobierno.

Tras el puente festivo se ha previsto un nuevo encuentro con el alcalde Ribó. De las conversaciones con Vivienda, han señalado que en las Casitas Rosa no hay muchas propiedades públicas, aunque la Generalitat «se mostró dispuesta a colaborar con el Ayuntamiento, en el sentido de que esta institución es la que debe liderar todas las iniciativas».

De momento se han incluido algunos proyectos para el presupuesto municipal de 2022, como es el caso de la urbanización de algún solar recayente a la calle Luis Peixo, además de seguir con el plan especial de la Malvarrosa, aunque el gobierno municipal sigue sin mover ficha acerca del futuro de Casitas Rosa.

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