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No hubo detenidos ni enfrentamientos físicos, pero sí mucha tensión e insultos en el transcurso de las manifestaciones celebradas este miércoles por la tarde durante la festividad del 9 d'Octubre.
En el recorrido de la marcha organizada por la Comissió 9 d'Octubre se pudieron ver varias pancartas donde figuraban de forma muy visible lazos amarillos independentistas, algo que encendió a buena parte del público reunido en la calle Xàtiva y Colón. Una de las pancartas que lució este lazo rezaba 'Bloc i país: volem la clau de casa'. Otra pancarta que también exhibió este símbolo independentista fue la que decía 'Llibertat, amnistía, autodeterminació del País Valencià'.
Algunos de los manifestantes que habían participado previamente con la asociación Regne de Valencia no dudaron en increparles. «¿No os da vergüenza llevar ese lazo amarillo?. Iros a Cataluña ha exhibirlo». La respuesta de los apelados fue corear canciones en las que pedían la libertad de los presos, en referencia a los políticos catalanes que están siendo juzgados. Parte del público también les gritó la frase: 'Puigdemont, a la cárcel'.
Un cordón de Policía Nacional que discurría por el carril bici de las calles Xàtiva y Colón logró evitar que los insultos y gritos fueran a más. En la calle Colón los agentes decidieron retener a una persona que estaba causando problemas y lo introdujeron en un bar para calmarlo.
Otro de los lugares de enfrentamiento entre los grupos valencianistas y los manifestantes catalanistas se produjo en la plaza de San Agustín, minutos antes de que los primeros salieran.
Los colectivos agrupados en la manifestación de Regne de Valencia, Gais i Lesbianes, Transexuals i Bisexuals lanzaron lemas como 'terroristas, catalanistas'. Y añadieron cánticos como 'Somos valencianos, nunca catalanes'. Lucieron una pancarta que decía 'Pel dret de ser 100% valencians en pau i llibertat'.
Por contra, los manifestantes convocados por la Comissió 9 d'Octubre, que acudieron a la plaza de San Agustín antes de que se iniciara la primera marcha, contestaron con lemas como 'Fora el fascistes de tots el barris' o 'Las calles serán siempre nuestras'.
La sorpresa se produjo justo antes del inicio de las manifestaciones, cuando un grupo que se encontraba en la terraza de una finca de la calle de San Vicente, junto a la plaza de San Agustín, puso en marcha unos potentes altavoces para hacer sonar el himno de España e incluso de la Guardia Civil.
A esta peculiar manera de llamar la atención se unió el despliegue de una gran Senyera y de una bandera de España, algo que fue replicado de inmediato por asistentes a la manifestación catalanista con silbidos de protesta.
El delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, explicó que en esta ocasión había «algo menos de efectivos que el año pasado porque no queremos hacer que vengan más agentes de fuera que los necesarios». Fulgencio confirmó que no se había producido ninguna detención. «Hemos aprendido las cuestiones que teníamos que mejorar», en relación a las medidas preventivas que han tomado para evitar incidentes de pasadas ediciones. Dijo que se habían producido registros habituales «a personas que habían actuado de manera sospechosa» y a las que se podría aplicar la ley orgánica de Protección de Seguridad Ciudadana».
La actuación se saldó con 130 identificaciones y se cursaron 20 actas por infracciones a la ley de Seguridad Ciudadana. De esta cifra total, diez fueron por portar objetos peligrosos, cinco por posesión de droga y otras cinco por otras infracciones. El pasado año se saldó con 148 detenciones y 58 actas.
También indicó que el subdelegado del Gobierno había hecho un trabajo previo para hacer posibles todas las manifestaciones. «Se trata de que todos puedan exponer lo que sienten por la Comunitat, País Valencià, Regne de Valencia o como lo quiera definir cada uno». Reconoció que a última hora se había autorizado que participara Esquerra Republicana de Catalunya, pero no especificó en qué grupo se integró.
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Conforme transcurrió el tiempo y avanzó la manifestación por la calle Colón y la Ciudadela, los gritos e insultos fueron desapareciendo.
Los convocantes de la Comissió 9 d'Octubre calificaron de un éxito la cita. «El año pasado juntamos a 10.000 personas y ahora 15.000»,dijo Toni Gisbert, de Acció Cultural.
Gisbert recordó que el lema de este año era «El país que volem'. En su discurso dijo que «de la primera legislatura, al gobierno del Botànic le quedan muchos compromisos por cumplir, espero que los cumplan».
Añadió que quieren la «llegada de la TV3 y el gobierno valenciano tiene que exigir la financiación al Estado, ya que la Generalitat tiene hipotecado el 25% de su presupuesto que impide que se ponga en marcha la renta de inclusión y la política de vivienda».
También participaron Laia Maurí, de Escola Valenciana y Zahia Guidoum, de la plataforma Per la Llengua. Esta última pidió que «se atienda a las personas afectadas por las inundaciones de las comarcas del sur». Esta marcha cerró el acto haciendo una torre humana en la que se ondeó una cuatribarrada.
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