«En el Marítimo casi vamos en barca»

Calles convertidas en torrentes de agua. Ese fue ayer el panorama registrado en el frente marítimo de Valencia, concretamente en el Cabanyal y la Malvarrosa, una situación que complicó el tráfico al mediodía y que dio más de un susto a comerciantes y vecinos, que vieron cómo el agua entraba en sus propiedades.

«Nos ha salido agua hasta por el desagüe de la ducha»

Inés, una vecina de la calle de la Reina, fue una de las afectadas ayer por la entrada de agua en las viviendas. «Las alcantarillas ya no tragaban más y el agua me ha salido por la ducha y por el baño. Hemos tenido que recogerla con el cubo y el mocho». Esta vecina detalla que han remodelado las aceras «y ha subido el nivel de las mismas. Se ha quedado más reducido el escalón de entrada a la casa y el agua nos entra».

«Se han levantado las alcantarillas y salía el agua»

Esta restauradora de la calle Pintor Ferrandis del Cabanyal afirma que la calzada se llenó de agua en poco tiempo «y hasta se han levantado las alcantarillas. El agua rezumaba». Además, añade que los coches «iban generando olas de agua y casi entraron en los comercios. Hacía mucho tiempo que esto no pasaba en el barrio. Había tanta agua acumulada que los peatones no podían andar y los que se atrevían, acababan empapados».

El portavoz de la asociación de restaurantes del paseo marítimo, José Miralles, asegura que los restaurantes de la playa han quedado rodeados de agua. «Todos los torrentes que venían de la Malvarrosa y de El Cabanyal han venido rápido a la playa y las terrazas están totalmente anegadas. También el carril bus estaba impracticable y en el paseo había un palmo de agua», indica. Además, el caudal iba en busca del mar «y no ha quedado arena a la vista». Asegura que nunca habían visto tanta llegada de agua «y muchos clientes nos están anulando reservas».

«Hacía tiempo que no veíamos estos destrozos»

Este pastelero del Cabanyal afirma que la calle Antonio Juan, pero sobre todo Pintor Ferrandis, se cubrió muy rápido de agua. «Las trapas saltaban y han cubierto la zona próxima a la plaza de Los Ángeles. Ahora hay buenos desagües y hacia tiempo que no veíamos estos destrozos».

«Hemos tenido que achicar y poner maderas»

La calle Martí Grajales, próxima al mercado del Cabanyal y a la avenida Mediterráneo, «se ha convertido en unas horas en un río», explica. «Hemos tenido que achicar el agua y poner maderas en la puerta porque el agua que bajaba de Blasco Ibáñez y de Pedro de Valencia ha venido a esta zona. Había tal cantidad de agua que hasta se ha colado por la rampa del parking público y seguro que lo habrá llenado de agua».

«Llevo aquí 15 años y es la sexta vez que nos ocurre»

Juan Gallent es otro de los comerciantes que tuvo que actuar rápido para salvar los productos de su tienda de la calle Martí Grajales del agua. «Me ha entrado el agua en el local, por la lluvia y porque con el agua acumulada los coches iban haciendo olas», comenta. Este vendedor de una tienda de piensos animales afirma que «llevo 15 años aquí y ya nos ha pasado cinco o seis veces. No se me ha estropeado nada porque ya estoy acostumbrado a que pase y actúo rápido».

«Ha sido impresionante el enorme caudal que venía»

En el restaurante Hermanos Barberá de la avenida Tarongers también han visto muy de cerca el agua. «Ha sido increíble ver el enorme caudal que ha bajado por la avenida en poco tiempo. Hasta los tranvías han estado un rato parados», indica Juan Roberto Muñoz. Además, en la zona de la avenida próxima a la parada de la Cadena «se ha ido la luz de las farolas y estaba todo medio oscuro». También detalla que en el cruce de Tarongers con la calle Cavite de la Malvarrosa «la acumulación de agua era muy grande y muchos coches tenían muy complicado poder pasar. No lo había visto antes».