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Prevenir antes de curar esa era la misión de los 29 microsensores que se instalaron en las plementerías (paños de piedra) de la bóveda de los ángeles músicos de la catedral para evitar daños como los de las eflorescencias de sales que ahora habrá que reparar de urgencia y que dejaron de tener seguimiento en 2014.
Los motivos de la suspensión de las mediciones fueron los recortes, ya que el equipo de investigación de la Universidad Politècnica que llevaba la lectura de los datos de humedad y temperatura se deshizo en esas fechas. De este modo, los investigadores de la Politècnica al parecer dejaron de remitir los datos al Ivacor, tal como se solía hacer anteriormente.
Los sensores siguen instalados en la bóveda, pero dede 2014 no se ha hecho ningún mantenimiento ni se han consultado las mediciones. De hecho, la directora del Ivacor, Gemma Contreras, reconoció que desde 2014 no tenían constancia de datos. Y desde Patrimonio explicaron que suponían que la catedral había encargado estos trabajos desde entonces a otra empresa privada. Por su lado, Jaime Sancho, responsable del patrimonio de la catedral, comentó el miércoles que los datos seguían llegando a técnicos del Ivacor, quizá por desconocimiento del desmantelamiento del equipo de la Politècnica.
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