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Los vendedores de los mercadillos extraordinarios de la ciudad critican que la desaparición del grupo GOES de la Policía Local que trabajaba en las calles ha disminuido la vigilancia de la venta ambulante en la ciudad. Es una protesta que también hacen los sindicatos policiales, que señalan que con el trasvase de buena parte de los agentes del GOES a la recién creada Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS), que trabaja por la noche y que está especialmente dedicada a erradicar el botellón en las zonas más afectadas, el turno de día apenas puede controlar la venta ambulante en Valencia.
El Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (Spplb) anunció ayer, en boca de su portavoz en el Cuerpo municipal, Jesús Santos, que el descontrol de la venta ambulante, los popularmente conocido como «manteros», «será total de cara a Navidad». Diversas fuentes aseguran que en determinadas calles como Ribera o Convento de Santa Clara, la falta de Policía Local ha incentivado la presencia de vendedores ilegales, que en muchas ocasiones ofrecen productos falsificados a plena luz del día.
Además, la presencia de un coche policial en las entradas de los mercados extraordinarios que se celebran todas las semanas en la ciudad de Valencia es habitual desde lo atentados del pasado mes de agosto en Barcelona. Sin embargo, los vendedores que trabajan en estas instalaciones critican la medida por considerarla insuficiente y ofrecen sus propios vehículos para taponar todos los accesos, y no únicamente uno o dos, como aseguran que hace la Policía Local.
Así lo explicó ayer el presidente de la Agrupación Integral de Comerciantes sin Establecimiento (Aice), José Vicente Domínguez. «Poner coches sólo en algunos mercados no evita la posibilidad de un atentado porque se pueden elegir muchas opciones» de acceder a las zonas, explicó. «Con nuestra ayuda probablemente se controlaría mejor los accesos utilizando nuestros vehículos porque la Policía tampoco dispone de suficientes para las necesidades», comentó Domínguez, que puso como ejemplo la situación que se vivió ayer en Torrefiel: «Hay numerosos accesos al mercado y no había ningún coche y sólo dos policías de barrio». El jueves, en el mercado de Castilla, la Policía Local instaló un coche patrulla en la esquina de Tres Forques con Josep Maestre, pero ninguno en la confluencia en Músico Ayllón, «por donde se podía circular sin problemas», lamentó el presidente de una de las entidades que engloban a los vendedores de mercadillos extraordinarios de la ciudad de Valencia.
Domínguez lamenta, además, que nadie de la Policía Local se haya sentado con ellos para negociar la medida de taponar las entradas al mercadillo con coches patrulla. «Nadie nos ha dicho nada, llevamos meses sin sentarnos a hablar con la Policía Local», critica el portavoz de los vendedores.
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