Las terrazas de El Palmar, llenas este día de Navidad. IRENE MARSILLA

Las mesas de los restaurantes de El Palmar vuelven a llenarse por Navidad

El día festivo devuelve los visitantes a los locales de la pedanía valenciana tras dos meses agónicos por el descenso del turismo por la dana | Los hosteleros cuelgan el cartel de completo en bares y terrazas

Noelia Camacho

Valencia

Miércoles, 25 de diciembre 2024

Los restaurantes han vuelto a llenarse en El Palmar. No han sido meses fáciles para este pequeño pueblo que vive del turismo y la hostelería. El número de visitantes ha bajado mucho tras la dana, sobre todo de público extranjero, que no está viniendo ... a Valencia. Incluso los hosteleros llevan semanas haciendo un llamamiento -al que se sumó el chef José Andrés, quien pidió que la gente fuer a El Palmar a comerse una paella y un buen arroz- para que los comensales volvieran a sentarse en los locales a degustar sus tradicionales platos, paellas y 'all i pebre'.

Publicidad

En el día de Navidad, El Palmar ha vuelto a mostrar su cara más habituales. Los restaurantes colgaban el cartel de lleno -o casi-. Había muchas mesas, muchos visitantes que antes de sentarse para disfrutar del ágape de este día tan especial, han paseado cerca de la Albufera o se han sentado en una terraza para tomar algo fresco. Además, el día invitaba a ello.

Una jornada como esta ha devuelto la esperanza a los restaurantes. «Hoy sí está todo lleno. Pero aún queda mucho por hacer, ven entre semana y verás lo vacía que esta esto. Apenas vienen turistas. Aunque este día hay mucho trabajo», comentaban antes del mediodía desde el restaurante l'Illa. Allí todo se estaba preparando para el más de centenar de personas que este miércoles de Navidad iban a comer en el local.

Familias y amigos, reunidos para comer en El Palmar de Valencia. IRENE MARSILLA

Igual estaban en Ca Jaume. Llenos. Aunque, de nuevo, el mismo lamento. «Veremos en los próximas días. Aunque es verdad que el día de Navidad, Año Nuevo y Reyes son fechas que tradicionalmente estamos completos. Pero entre semana está siendo mucho más difícil. A veces no ves a nadie. Estos dos meses desde la dana han sido muy complicados», según Dani Torrent, que trabaja desde hace media vida en Ca Jaume. Él es de El Palmar y ha visto como últimamente el negocio se ponía cuesta arriba. Por esa razón, los hosteleros quieren insistir en su llamamiento: El Palmar no está devastado y todos los restaurantes están abiertos para recibir a los visitantes.

Publicidad

La pasada visita el domingo de los Reyes de España ha vuelto a poner en el mapa a esta pedanía. Los hosteleros cuenta que se sorprendieron al ver a Sus Majestades y a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía en el enclave. Esperan que su estancia en El Palmar ayude a recuperar la afluencia de público a todos los restaurantes, más de una treintena, que trabajan aquí.

Los días de Navidad, Año Nuevo y Reyes los van a tener completos aunque los hosteleros aseguran que entre semana no va casi gente

Almorzando antes de dar el servicio estaban esta mañana los trabajadores del restaurante Quiques. Tocaba llenar la tripa antes de un servicio en el que también estaba todo completo. Eso sí, de nuevo, como algo excepcional en las últimas semanas. Desde este mismo establecimiento han insistido en que las semanas están siendo difíciles, aunque el día de Navidad «nos ha dado algo de oxígeno», señalan desde este espacio.

Publicidad

Pero bien es cierto que un paso por la plaza de El Palmar y las calles que dan a la Albufera han presentado este miércoles festivo una imagen que era la habitual en este enclave valenciano. Las terrazas llenas, gente paseando y disfrutando del sol, familias reencontrándose que han quedado para comer, saludos en la plaza... El Palmar ha vivido este día de Navidad casi un oasis de esperanza tras meses en los que mucha gente pensaba que también había sufrido las consecuencias de la dana. No ha sido así y sus restaurantes están abiertos para deleitar a los comensales. Es más, desde primera hora de este día de Navidad, las cocinas ya estaban a pleno rendimiento en un enclave que vive del turismo, tanto para los dueños de los locales de hostelería como para los pescadores que dan paseos en barca, para las fruterías y los hornos que venden los mejores productos autóctonos o para los 800 habitantes de una pedanía que sabe que sin el turismo es difícil sobrevivir.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad